Pocos daban un euro por el futuro de la Cámara de Comercio de Orihuela. Tres «valientes» empresarios, los únicos que quedaban en el comité ejecutivo de la Cámara, decidieron asumir su gestión, como marcan los estatutos, para evitar que una gestora interviniera para hacer efectiva su desaparición tras 115 años. Al frente de todos ellos, Mario Martínez (1963, casado, con tres hijos), empresario textil de Orihuela, con varios negocios en esta ciudad, en Valencia, en Murcia y en Madrid, quien se encontró un órgano empresarial prácticamente inactivo, como reconoce en esta entrevista que se ha realizado en el Vivero de Empresas de Orihuela.

Estará en el cargo hasta las elecciones del año que viene a las que, adelanta, no se presentará.

Asumió un reto difícil como fue el de coger las riendas de una institución ya casi vacía de contenido y sin un futuro claro. ¿Por qué lo hizo?.

Fue de forma circunstancial. Lo asumí simplemente porque no se cerrara la Cámara. Nos enteramos de esta circunstancia después, en segunda instancia. Aquí se pensó que el modelo que iba a prevalecer es el que se aplicó en Albacete que era tener una gestora, pero en Castilla-La Mancha el concepto de gestora no es el mismo que en la Comunidad Valenciana, ya que aquí la gestora es para cerrarte el establecimiento en un plazo de 3 meses. Ante esta situación nos fuimos a los estatutos y vimos que el miembro del comité ejecutivo que quedara, que éramos tres personas, el de mayor edad sería quien tendría que asumir transitoriamente la presidencia de la Cámara y eso hicimos. Asumimos la responsabilidad sin querer, pero ofreciendo un servicio público gratuito y para que la Cámara de Orihuela siguiera existiendo después de 115 años.

¿Y cómo se encontró la Cámara de Comercio de Orihuela al entrar?

Encontramos una institución prácticamente inactiva con un modelo de trabajo que no existía y lo que hemos hecho es empezar por diseñar lo que queremos que sea la Cámara de Orihuela basándonos en el modelo de las cámaras más importantes de España, sobre todo en las del País Vasco y Asturias que son las que mejor funcionan. Son cámaras que se reinventaron a partir de 2010 cuando se eliminó la cuota cameral por parte del gobierno de Rodríguez Zapatero. No nos parece mal la eliminación de esas cuotas pero sí que no se dotara a las cámaras de herramientas de financiación alternativas. Eso provocó una crisis en todas ellas y algunas, incluso, desaparecieron. En estos 6 meses hemos montado un equipo de seis personas, hemos mantenido cursos de formación y reuniones permanentes con el Consejo de Cámaras de València y con Cámara España. Una cámara es como una empresa privada y estoy aplicando a la Cámara de Comercio lo mismo que a mis empresas privadas: vender, con esas ventas poder contratar y con esos contratos poder servir a las empresas y a los trabajadores para conseguir mejores condiciones de trabajo y mejorar las exportaciones.

Uno de sus mayores logros ha sido el convenio con la Cámara de Comercio de Alicante para poder expandir la Cámara de Orihuela a otras localidades de la Vega Baja. ¿Se tendría que haber hecho antes?

Sí. Es la primera vez que la Cámara sale fuera de Orihuela y puede ser un ejemplo para otras cámaras pequeñas. De hecho la de Alcoy será la siguiente en firmar ese convenio con Alicante. Podremos actuar ahora en toda la Vega Baja. Ya hemos ofrecido al Ayuntamiento de Orihuela diferentes proyectos, a las concejalías de Fomento, Comercio y Cultura, y estamos a la espera de respuesta.

Ahora que nombra al Ayuntamiento de Orihuela, el pasado miércoles le pudimos ver en la firma del convenio con Emilio Bascuñana. ¿Hablaron de la deuda que mantiene el Consistorio con la Cámara?

Sí, se lo comenté. El alcalde me dijo que tiene voluntad de pagar pero el problema es la Intervención. Todos los servicios jurídicos tanto del Ayuntamiento, como de la Generalitat Valenciana y el Consejo de Cámaras y el de Cámara Orihuela coinciden es que es una deuda que vamos a cobrar porque se han hecho los trabajos. No se habla de una subvención, ni de dinero a fondo perdido, sino de una gestión laboral que ha realizado la Cámara de Orihuela para el Ayuntamiento de Orihuela.

¿Y qué hará para poder cobrar esas deuda por proyectos que se arrastran desde 2010?

Este próximo lunes vamos a presentar una demanda contra el Ayuntamiento de Orihuela para reclamarle la deuda. Nos debe 297.000 euros. En la primera visita que hicimos al alcalde, al coger las riendas de la Cámara hace 6 meses, tratamos este asunto, le advertimos que íbamos a realizar el procedimiento de reclamación judicial de la deuda. El 27 de febrero fue presentado el escrito, tras recopilar toda la documentación desde octubre porque había aspectos técnicos que no estaban hechos y ya se han superado. A partir de ahí nombramos a un gabinete jurídico que presentó la primera comunicación de reclamación de deuda el 27 de febrero, cuando se abrió un período de 3 meses que acaba de extinguirse. En ese tiempo hemos hecho diferentes propuestas para llegar a un acuerdo, que no se ha producido, y finalmente la demanda será presentada mañana lunes.

¿Qué trabajos son los que el Consistorio no ha pagado?

Eran distintas contrataciones. Se contrató a la Cámara para que gestionara los mercados de Orihuela. En 2011 los mercados estaban sin gestión ni control lo que generaba al Consistorio unas pérdidas de 200.000 euros al año. Se constituyó la Mesa de Comercio y la Concejalía de Mercados decidió contratar a la Cámara para que iniciara una nueva andadura en el control de los mercadillos. Hay que recordar que los zocos de Orihuela han tenido hasta gente imputada y condenada por malversación de fondos. Lo que hizo la Cámara fue ordenar y legalizar todos los mercados que eran ilegales y colaborar en el mejor control y recaudación de los mercadillos lo que aumentó los ingresos por parte del Ayuntamiento, el control del pago por parte de los mercaderes y reorganizó los distintos zocos de Orihuela y sus pedanías Propusimos crear nuevos mercados para aumentar los ingresos del Ayuntamiento. El objetivo era llegar a unos ingresos de 1.100.000 euros al año, ahora está en 450.000. El hecho de que la Cámara gestionara los mercados oriolanos suponía ventajas en recaudación, en control y los mercaderes estarían más contentos que en la situación actual y hubiera evitado el descontento que hay ahora. Otro de los contratos que realizó la Cámara con el Ayuntamiento, y que tampoco se pagó, fue el que hizo el ex presidente Juan Cerdán con la ex alcaldesa Mónica Lorente para la cesión de un espacio en el Ayuntamiento periférico de Orihuela Costa para que la Cámara ofreciera servicios a las empresas de allí y se incumplió. Y hay una serie de actividades comerciales que el Consistorio encargó a la Cámara para que las realizara. Las hicimos, enviamos las facturas y no nos las abonaron.

¿Cuáles son ahora los proyectos de futuro que asumirá?

Hemos abierto un departamento de programas para poder traer a Orihuela los programas financiados con fondos Feder y de la Unión Europea que son, sobre todo, para la inserción laboral juvenil. Vamos a realizar este año unos siete programas. El más importante es el PICE de empleo juvenil y otros son para la inserción laboral de la mujer, de internacionalización y los dedicados a exportación. Hemos abierto una página web. Calculamos que por el tráfico diario en este 2017 atenderemos alrededor de las 2.500 consultas y vamos a hacer unos 2.000 certificados de origen que necesitan las empresas exportadoras para llevar sus productos fuera de la Unión Europea.

¿Cuál es el futuro empresarial de Orihuela?

Por un lado, la ciudad necesita crear el Centro Comercial Urbano. Se iba a realizar con los fondos DUSI y es una idea que surge en 2012, quedó sin efecto en 2016 y ahora se está a la espera de realizar un nuevo convenio con la administración local, el Consejo de Cámaras y Cámara Orihuela. Es la única solución a la competencia de los centros comerciales que ha provocado la desaparición de muchos comercios locales. Por otro lado, en este país tenemos dos graves problemas que son la corrupción en toda la administración y el gasto público. El dinero público debe invertirse en proyectos que luego tengan retorno en lo que se refiere a infraestructuras. Es inconcebible que no esté hecho el Corredor Mediterráneo.

¿Está bien tratada la comarca en el ámbito de financiación?

Nuestro caso es dramático. El abandono que hemos sufrido durante los últimos 30 año en infraestructuras, en conexiones, en sanidad y educación. Somos la comarca de la Comunidad con menos inversión pública y Alicante es la provincia de España peor tratada en los presupuestos del año 2017 por el Gobierno, siendo una provincia exportadora y que ha demostrado que cualquier euro público se retorna a la administración por tres. Pero esa falta de infraestructuras resta competitividad a la comarca porque no llega la inversión extranjera al no haber condiciones dignas para que se instalen aquí las empresas.