Un grupo de expertos en mediación ha decidido intervenir para intentar solucionar el conflicto surgido en torno a la Cruz de los Caídos de Callosa. La comisión ha contactado con el Obispado, la parroquia, los partidos políticos y la plataforma vecinal que defiende la permanencia del símbolo y los ha invitado a una primera reunión. Se celebrará el miércoles en la Casa de la Juventud y será de puertas abiertas. Se busca sellar una tregua y dialogar.

La iniciativa ha sido promovida por la procuradora Pilar Fuentes, vinculada a la Institución de Mediación del Consejo General de Procuradores. Estará acompañada por otros miembros de la Federación nacional de asociaciones de profesionales de la mediación y de la Federación valenciana para la mediación. Todos ellos, que son vecinos del municipio, defienden que aunque este asunto está judicializado con numerosos recursos contenciosos, la solución debería buscarse más allá de la sentencia de un juez.

Fuentes consideró ayer que a pesar de las resoluciones judiciales que haya «el conflicto social sigue existiendo y sería importante someterlo a un diálogo colaborativo que permita trabajar en otro sentido».

Tregua

La comisión defiende que el proceso debe de comenzar con el compromiso de todas las partes de sellar una tregua y analizar qué ha pasado, en qué punto se está y qué se quiere para el municipio. Todo ello «evitando que siga aumentando el conflicto», añadió la procuradora.

En principio parece que al menos representantes de la parroquia, de la Plataforma en defensa de la Cruz y del Consistorio acudirán. No se sabe todavía si irá alguien en representación del obispado y de la Subdelegación del Gobierno.

El debate sobre la conveniencia o no de la retirada de la Cruz de los Caídos surgió a raíz de una propuesta aprobada en pleno que instaba a eliminar el símbolo de la Plaza de España en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica. Ese acuerdo de adoptó hace ya más de un año. Aunque meses después la parroquia de San Martín retiró las placas en honor a José Antonio Primo de Rivera y a la Falange del pedestal, los gobernantes no variaron su postura al considerar que se trata de un monumento franquista. El Ayuntamiento hizo tres intentos de retirar la Cruz pero un numeroso grupo de vecinos lo impidió.

El asunto saltó a la palestra nacional e incluso hubo una manifestación de falangistas. Desde hace varios meses los vecinos que defienden la permanencia del monolito hacen guardia en la plaza para evitar que se lo lleven. La Generalitat, en cambio, apuesta por la retirada. Desde la plataforma vecinal han pedido al juez que adopte medidas cautelares que eviten que se quite el símbolo, pero hasta ahora no lo han conseguido.