El símbolo franquista que coronaba el edificio de los antiguos juzgados de Orihuela pasó a la historia en diciembre del pasado año. La Generalitat Valenciana ejecutó por sorpresa los trabajos para «tapiar» el escudo. Se hizo antes de que la administración autonómica finalizara el trámite para ceder la propiedad al Ayuntamiento. Días después desde el equipo de gobierno de Emilio Bascuñana (PP) se anunció la apertura de un expediente a la Generalitat por cometer una supuesta infracción urbanística durante la ejecución de los trabajos.