? El edificio siniestrado tiene una larga historia. Su copropietario, Ricardo Gil, explica que cuenta con 140 años y que antes de ser destinado a viviendas había sido un convento de monjas. «Mi abuela compró el edificio a las monjas y se ha ido reformando, ya no queda nada de lo que fue en su día», cuenta Ricardo. El exterior sí evidencia el paso del tiempo en un inmueble que ha quedado junto a otras construcciones más modernas.