La única inversión específica que aparece aprobada por el Consejo de Ministros en la Vega Baja por los daños en infraestructuras en el Segura por el temporal de diciembre se concreta en 350.000 euros destinados a arreglar el muro de contención del cauce del río en Formentera del Segura. Tanto la Confederación Hidrográfica (CHS) como el propio Ministerio de Medio Ambiente han difundido que se van a destinar 23 millones de euros a este objetivo en toda la cuenca. Pero la resolución habla de actuaciones en puntos de la Región de Murcia y otras del postrasvase y solo de esos 350.000 euros en Formentera. En concreto, la CHS debe desmontar parte del muro del cauce urbano del río a su paso por esa población. Y no es la primera vez. Hace tres años los técnicos detectaron que el bloque se había movido por la filtración de aguas de conductos de agua potable junto al río. Y se reparó, aunque con una actuación muy insuficiente. Tras la crecida del Segura de diciembre, los problemas de entrada de agua se agravaron. Y en esta ocasión, sí se va a actuar para resolverlos de forma definitiva. El alcalde de Formentera, Francisco Cano, explicó a este diario que espera que la inversión se lleve a cabo, dado que ha tenido que ser el municipio el que financiara la reparación de la pasarela peatonal sobre el cauce, y que une el casco urbano con el espacio verde del molino y la noria del río, pese a las promesas del organismo de cuenca de que asumiría esa actuación.
Sin noticias
La resolución sobre las obras de emergencia tras el temporal de diciembre habla de cincuenta actuaciones en total en toda la cuenca, que se centran en la restauración de la capacidad hidráulica del río Segura y sus afluentes, reparaciones en infraestructuras del postrasvase Tajo-Segura y diversos embalses de regulación y laminación, así como del sistema de alerta de información hidrológica. En concreto, las conducciones de agua desaladas en el Valle de Guadalentín en Lorca y Totana (Murcia); infraestructuras del trasvase; las presas de regulación del río Mundo, o los daños ocasionados en infraestructuras gestionadas por la CHS en las presas de Boquerón, Bayco y Charcos (Albacete). Sin citar ninguna más, aunque dando a entender que hay otras contempladas.
Dominio público
Pero en la Vega Baja, al margen de Formentera del Segura, nada se sabe el resto de obras pese a que hubo daños en muchos municipios. Orihuela y Almoradí vieron cómo las aguas del río se salían de madre por primera vez en casi dos décadas. El cauce urbano de Orihuela se desbordó con el paso de 125 metros cúbicos por segundo, cuando estaba concebido para soportar mucho más.
Las obras no contemplan reparaciones de infraestructuras que no sean de dominio público, es decir, excluyen las zonas agrícolas que se vieron inundadas, por las aguas del Reguerón y cuyos daños deben afrontarse con seguros agrarios.
La CHS asegura que pronto presentará en un acto público inversiones concretas a lo largo del cauce del Segura, desde Orihuela a la desembocadura, que fueron las zonas más afectadas por las lluvias. Las mismas fuentes aseguran que sí hay presupuesto para esos proyectos aunque no se citen en la resolución. Al margen de las consecuencias de las inundaciones, la falta de contratos de conservación, que antes de la crisis eran periódicos, han provocado que por la mota del río en algunos tramos de la Vega Baja ya no puedan circular vehículos, ocupada por vegetación.
