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Polémica en Rojales por la apertura de un club de intercambio de parejas

Los promotores aseguran que tras recibir la licencia el local ha sido clausurado por criterios morales y no técnicos por las quejas del PP y de algunos vecinos

Polémica por la apertura de un club de intercambio de parejas en Rojales

Polémica por la apertura de un club de intercambio de parejas en Rojales

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Polémica por la apertura de un club de intercambio de parejas en Rojales D. Pamies

Los propietarios de un local de intercambio de parejas «swinger» de Rojales han querido denunciar públicamente que el Ayuntamiento les está poniendo todo tipo de trabas para abrir el local, a su juicio, no por cuestiones técnicas, ni administrativas, sino por una valoración moral sobre la actividad realizada por algunos vecinos. Denuncias vecinales, de las que se ha hecho eco el PP, que aseguran, se fundamentan no en las condiciones del local, sino en una visión sesgada, según valoran, sobre el tipo de servicio que se presta en estas instalaciones.

El local, bautizado como Adam & Eva, se encuentra en una de las avenidas de Ciudad Quesada, una de las urbanizaciones más amplias de la provincia. En noviembre, los promotores tramitaron sin problemas la licencia de obras. A mediados de marzo solicitaron la declaración responsable, trámite con el que se pueden abrir las puertas de un establecimiento sin más, aunque siempre sujeto a una posible inspección municipal en el plazo de un mes. Los epígrafes para los que se concedió la autorización no dejan de resultar curiosos, pero no pueden ser otros: bar cafetería con climatización, lo que permite servir copas, hidroterapia y estética. Los titulares del local indican que desde el principio no pretendieron enmascarar el negocio con otros sobrenombres, y lo que pidieron textualmente en el área de actividades del Ayuntamiento fue el visto bueno para «un club de intercambio de parejas» abierto al público. Los servicios de hidroterapia y estética son los que amparan legalmente que los clientes puedan permanecer desnudos en el interior. El local cuenta con un aforo para algo más de cien personas y casi 300 metros cuadrados, repartidos entre varias salas temáticas con camas, vestuarios, jacuzzi y bar.

La legislación no «está preparada» para los locales de intercambio, ya habituales en muchas ciudades -aseguran que 20.000 parejas son practicantes del intercambio en España-. Pero tampoco es necesario si cumplen todos los requisitos para un establecimiento público con ese nivel de aforo, como medidas de accesibilidad, insonorización, medidas contra incendios y evacuación, entre otras.

Cuando ya llevaban un par de semanas en marcha, a finales del mes de marzo, se llevó a cabo una inspección municipal. El acta levantada por el funcionario señalaba deficiencias -entre otras, que no podía «ver» si el proyecto se ajustaba a la realidad por la falta de iluminación característica de estos establecimientos; la ausencia de prohibición de entrada a menores, la mala ubicación de los extintores o de las vías de evacuación-. Y, de forma muy genérica, que el proyecto presentado «no se adecuaba a la actividad».

Desde ese momento hasta la fecha las instalaciones han estado clausuradas, con visitas habituales de la Policía Local para comprobar que se ha cumplido el decreto. «Hemos invertido más de 35.000 euros en el local, el arquitecto ya ha resuelto las deficiencias, con un estudio acústico y lo hemos presentado todo. Si el Ayuntamiento tiene una pega que no sea administrativa que lo ponga en la documentación. Si le molesta un local de intercambio que lo diga por escrito», indican las mismas fuentes, para asegurar que cuando solicitaron la licencia par un local de intercambio, el responsable del departamento «se rió de nosotros».

«No es prostitución»

Los promotores indicaron que han dirigido a los medios de comunicación después de que en el último pleno un concejal del PP amenazara con que los vecinos «fueran a la prensa» por las molestias que causaba el local . «Y decidimos venir nosotros. Porque no tenemos nada que esconder, no es una actividad ilegal. En un negocio donde se encuentran parejas liberales. Como otros muchos en la provincia. Se cobra una entrada fija por consumiciones y la estancia. Quien quiere jugar, juega, o se va. Nada más. No se permite que los usuarios cobren por realizar prácticas sexuales. Y el señor que habló en el pleno -el edil Alejandro Bernabé (PP)- nos ha acusado de algo muy distinto y muy grave, de prostitución y a nosotros, los propietarios, de ser proxenetas, y otras cosas, y no lo vamos a consentir». También aseguran que están cumpliendo la orden de clausura. Han indicado a sus clientes con un cartel con el número del decreto de cierre que están cerrados.

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