Los padres de Dinoco han hecho público un comunicado esta tarde tras el acuerdo del pleno que, por su interés, reproducimos íntegramente:

Hace ya más de 5 años, un grupo de padres tuvieron que crear una asociación, DINOCO, para que nuestros hijos y otros niños de la Comarca pudieran mantener las terapias que recibían hasta esa fecha, evitando de este modo un futuro cuanto menos oscuro y vacío. Desde ese momento, nuestra responsabilidad ya no ha sido exclusivamente la propia de unos padres para con sus hijos, sino que ha ido en aumento de manera exponencial con el paso del tiempo, descubriendo que lo principal para nuestros hijos, y para la continuidad del servicio que se presta actualmente en el Centro Municipal de Atención Temprana, eran, son y serán las profesionales que trabajan con ellos; y también, con nosotros.

Son tan importantes porque nuestros hijos son un colectivo vulnerable, en el que cualquier cambio, por mínimo que sea, supone un proceso de adaptación dilatado, que nos afecta a todos y que, en ocasiones, puede hasta perjudicar en la evolución de sus tratamientos. Desde DINOCO siempre hemos luchado por que estos cambios, de producirse, tuvieran el menor impacto en nuestros hijos. Hoy, 4 de mayo, era una fecha que esperábamos desde aquel lejano diciembre de 2011; era la fecha elegida para anunciar, tras numerosas reuniones, informes, la asunción directa del servicio por parte del Ayuntamiento de Orihuela, a través de la empresa Municipal Uryüla Histórica con efecto desde el próximo 1 de septiembre. Debía ser una fecha de alegría, puesto que por fin, se daban respuestas a las demandas de tantos padres que han pasado durante este tiempo por el Centro de Atención Temprana.

Tras el pleno extraordinario de hoy no podemos sino mostrar nuestra tristeza, desolación y desamparo. A partir de ese día, será responsabilidad de Uryula, a través de su consejo de administración, del ayuntamiento o de quien le corresponda, determinar la forma en la cual se debe gestionar el servicio. Sin embargo, hoy 4 de mayo, era el día en el cual, a nosotros, como padres y a la sociedad en general, se debería haber explicado como se va a llevar a cabo: pero hoy no ha habido explicaciones. No nos pueden adelantar la forma en que lo van a llevar a cabo, no nos pueden asegurar que las personas que trabajen con nuestros hijos lo hagan de manera continuada: ¿nos pueden asegurar la continuidad del servicio? Sinceramente, tampoco ha quedado meridianamente claro. Es el futuro de nuestros hijos el que está en las manos del equipo de gobierno del Ayuntamiento.

¿Hay algo más importante que esto? Como padres, que al final es lo que somos, padres preocupados por tratar de garantizar el mejor futuro para nuestros hijos, hemos hecho todo lo que ha estado en nuestra mano para garantizar la estabilidad y la calidad de las terapias y tratamientos de nuestros hijos. Hemos intentado proteger a todos, y nos hemos olvidado de nosotros mismos. Estamos inmersos en un proceso judicial, que consideramos no deberíamos formar parte y, a futuro, se nos plantean una seria de responsabilidades y obligaciones dolorosas, para las cuales no estamos preparados. ¿Por qué tenemos que llegar hasta aquí? ¿Somos culpables de algo? Si, lo somos: somos culpables de amar a nuestros hijos por encima de cualquier otra cosa. Somos padres, y seguimos siendo responsables de unas obligaciones que no nos corresponden. Hoy, las preguntas a la Junta Directiva de Dinoco, y, por tanto, a todos los padres eran "¿estáis contentos?" "¡Ya ha terminado todo!". Las lágrimas de hoy, desgraciadamente, no eran de felicidad.