El diputado nacional Joaquín Albaladejo dedicó ayer su rueda de prensa semanal a Ciudadanos. Primero, para que la dirección nacional de esa formación, con la que mantiene relación en función de su cargo, se fije en lo que Albaladejo considera un funcionamiento ejemplar del pacto entre el PP y Ciudadanos, cien días después de ponerse en marcha, y después, para cuestionar la división interna de la formación en Torrevieja, expresada por primera vez con la ruptura de la unidad de voto en el pleno el jueves, «como el reflojo -dijo- el primer acto electoral de Podemos» en Torrevieja.

Albaladejo pone como ejemplo los cien días de gobierno en Almoradí porque es el modelo que quisiera para Torrevieja, y cuestiona la división en Ciudadanos porque el PP necesita a las dos concejalas de esta formación para llegar a un acuerdo de gobierno. La aritmética del pleno reclama los votos de las dos ediles y no uno, para poder sacar adelante un gobierno con el PP (11 más dos) frente a los diez del gobierno y los dos de Sueña Torrevieja, que rechazan cualquier acuerdo con el PP.Silencio

La dirección provincial y regional del partido naranja, ante el nuevo conflicto, guardó el silencio de siempre. Los dirigentes de Cs no se atreven a intervenir en el conflicto a riesgo de perder a una de las dos concejalas por el camino. Si se hace evidente que una de las dos ediles ha roto con su voto la posición fijada desde la formación, esa edil puede terminar fuera del partido. Y Cs perdiendo su influencia en el gobierno local, sin ser llave para cambiar el gobierno, porque la ley impide que los ediles expulsados de sus grupos puedan rubricar mociones de censura.

Y el PP necesita esos dos votos. Se desconoce quién ha roto la disciplina, si Pilar Gómez votando a favor de dejar sobre la mesa una petición de un promotor o Paqui Parra absteniéndose. Y no parece que los dirigentes de Cs tengan intención de aclararlo.