Tenía que pasar tarde o temprano. Hasta la fecha, y durante casi dos años, las concejalas de Ciudadanos (Cs) habían mantenido la unidad de acción en el voto en el pleno, pese a su evidente desencuentro en todo lo demás. Ayer el único acuerdo que quedaba vigente entre ambas, el de votar al unísono, fuera cual fuera el punto, estalló por los aires.
Un promotor ha solicitado al Ayuntamiento cambiar el uso de una parcela urbana de hotelera a residencial. La portavoz Pilar Gómez votó a favor de dejar el asunto sobre la mesa, es decir, posponerlo hasta contar con más documentación -algo que secundaron los 11 ediles del PP-. Su compañera, Paqui Parra se abstuvo. No está nada claro quién ha roto la disciplina de voto porque en Cs de Torrevieja, desde hace meses, nadie sabe ni qué hora es ni quién manda. Tampoco quién supervisa desde la dirección provincial o regional. Lo que sí está muy claro es que la edil Paqui Parra no estaba informada de lo que iba a hacer su compañera. La portavoz Gómez planteó votar en contra antes de impulsar el dejar sobre la mesa el asunto. Cuando lo dijo, y en un gesto que se vio claramente, Parra le interrogó con cara de asombro: «¿En contra?, ¿En contra?».
Gómez y el PP, cambiaron su postura inicial de votar en contra po la de dejar el asunto sobre la mesa, porque la edil de Urbanismo, Fanny Serrano (PSOE) aseguró que el cambio de uso de la parcela estaba informado favorablemente por los técnicos y el voto en contra podría generar responsabilidad sobre sus protagonistas. La edil reiteró que el Ayuntamiento debía tramitar este expediente al margen del resultado final en el pleno. Además, Serrano y el alcalde José Manuel Dolón (Los Verdes) obtuvieron, en este caso, el poco habitual respaldo de la secretaria del pleno, que intervino para aclara, en dos ocasiones, que el expediente al que había tenido acceso la oposición estaba completo.
Falta documentación
Porque el principal problema que le puso la oposición a este cambio de uso, que permitiría a la empresa levantar algo más de sesenta viviendas en vez del hotel previsto, es que en el expediente que les habían facilitado no estaba completo. El portavoz del PP, Eduardo Dolón, reprochó al alcalde la incoherencia que, a su juicio, suponía para el primer edil respaldar una petición de urbanizador «después de 30 años, defendiendo lo contrario». El alcalde le replicó animando a la oposicióna votar en contra, «a mojarse», en vez de escudarse en la opción de dejar el asunto sobre la mesa para evitar responsabilidades. José M. Dolón dijo que no perdía ni ganaba nada con la decisión, recordó que la parcela volvería al uso que tenía en el PGOU de 1986 -el residencial, y que exclusivamente atendía a los informes técnicos. «Por mí que se quede para los alacranes», espetó mientras elevaba el tono, y acusaba a los anteriores responsables municipales del PP de «cobrar comisiones» por este tipo de decisiones.
El PP reclamó que retirara esa acusación, sin lograrlo. El mismo punto volverá al próximo pleno ordinario.
