El Partido Socialista Obrero Español se fundó clandestinamente en Madrid, el 2 de mayo de 1879. En torno a veinticinco personas, encabezadas por Pablo Iglesias, se adhirieron a la II Internacional, que tuvo entre las acciones más célebres la declaración del 1° de mayo como «Día Internacional de los Trabajadores» en 1889.

Esos años en Torrevieja estuvieron marcados por el signo de la crisis y la calamitosa situación de los obreros sin trabajo. Ante esta crónica situación, los obreros reaccionaron de muy diversas formas, efectuándose en 1890, sin que se sepa su alcance, la manifestación obrera del Primero de Mayo, como en otros lugares de la provincia, indicando este hecho una organización societaria obrera en la villa o la existencia de un pequeño núcleo de obreros que intentaban establecer este tipo de sociedades.

A finales de abril de 1891, llegó a Torrevieja un redactor de «El Liberal» de Madrid, conocedor de la manifestación del año anterior, con el objeto de «enterarse sobre la conducta que han de seguir los pueblos de esta provincia respecto a la huelga del próximo primero de Mayo».

Pero la verdadero primera festividad del Día del Trabajo del Primero de Mayo se celebró en 1902, teniendo lugar el primer mitin socialista, al que asistieron unos quinientos obreros asociados e incluso los que todavía no lo estaban comenzaron a presentar peticiones con objeto de mejorar sus condiciones de trabajo, que quedó limitada así a diez horas, en tanto que los albañiles, que trabajaban trece horas, solicitaron una jornada de nueve, utilizando la presión de su recién fundada «Sociedad de Resistencia». Intervino en el mitin el dirigente socialista ilicitano Germán Penalva y el catedrático del Instituto de Alicante y destacado militante del PSOE, José Verdes Montenegro.

Los patronos se resistieron a conceder tal reducción de jornada y emplearon a esquiroles de Orihuela, sin que sepamos si los obreros de «La Prosperidad», que así se llamaba la sociedad de albañiles torrevejense, consiguieron o no sus propósitos.

El 1º de Mayo de 1903, los obreros de Torrevieja celebraron una gran manifestación en la que lucieron banderas, sobresaliendo la de la «Sociedad de Obreros», de raso y bordada con letras de oro por Maruja Bru. La banda de música, entonando el himno de Riego, acompañó a la manifestación en la que tomaron parte más de cuatro mil obreros que hicieron huelga general en dicho día. Por la noche hubo reunión en el «Círculo de Obreros», se pronunciaron entusiastas discursos que fueron calurosamente aplaudidos. Sobre todo, el del presidente de la sociedad, Antonio Rovira. Se dispararon numerosos cohetes y fuegos de artificio; la banda de música tocó un selecto repertorio obsequiándose a todos con dulces y licores. El local del «Círculo de Obreros» estaba adornado con vistosas colgaduras y fue muy visitado durante todo el día y la noche hasta las primeras horas de la madrugada en la que los obreros se retiraron satisfechos y contentos de la jornada. Se volvió a celebrar la Fiesta del Trabajo en 1907, con música, manifestaciones y una merienda en el campo.

Los obreros pertenecientes a sociedades obreras acordaron en el año1913 celebrar la Fiesta del Trabajo. A las tres de la tarde del Primero de Mayo salieron en manifestación del local social, situado en la calle San Pascual, esquina con la de Orihuela, cada oficio precedido de su bandera o de su estandarte: «La Verdad», sociedad de los obreros de las barcazas; «La Igualdad», sociedad de los obreros salineros; «La Unión», con su magnífico estandarte bordado, del gremio de la fábrica; «El Porvenir», de obreros de vagones; «La Prosperidad», con su precioso estandarte bordado, de la sociedad de albañiles; y «La Nautilus», de los pescadores. Recorrió las calles hasta la plaza de la Constitución, donde se destacó una comisión para presentar al alcalde, para que este las transmitiera al Gobierno, una serie de conclusiones.

Al salir del Ayuntamiento, se encaminaron hasta llegar al local social, dando vivas a la «Fiesta del Trabajo» y a la unión de los trabajadores. Una banda de música amenizó el acto tocando piezas de su repertorio, entre ellas «La Marsellesa», resultando un acto grandioso, serio, ordenado, sin accidente alguno, que honró a la clase trabajadora de Torrevieja y a la que asoció todo el pueblo.

Dentro de los escasos medios que se disponían, celebraron los obreros una velada en el local social. Visitó el local el alcalde, Acacio Rebagliato, que fue atendido por los obreros.

Es salón figuraba en el testero principal el retrato de Pablo Iglesias, rodeado de flores y hojas de laurel, bajo un dosel. Las columnas que sustentaban el peso del techo estaban adornadas con hojas de palmeras y follaje y adosados a las paredes los estandartes de las agrupaciones obreras congregadas. Destacar que la concurrencia, dentro y fuera del salón, fue enorme, habiendo numerosas mujeres.

El presidente, Rafael Andreu Martínez, abrió la sesión aconsejando «unión, principalmente a los jóvenes, respeto a las autoridades y amor a las ideas redentoras de la humanidad». También habló Juan Samper Fortepiani, exponiendo las ideas redentoras que sentía desde niño, aspirando a que pronto fueran un hecho las conclusiones presentadas al alcalde: La jornada de ocho horas; la supresión de la pena de muerte; el mantenimiento de la paz; la abolición de la Ley de Jurisdicciones; y el exacto cumplimiento de todas las leyes sociales.

Hizo el resumen del acto el presidente, Rafael Andreu, elogiando a los oradores que le precedieron y felicitando la gran manifestación y el resultado brillante de esa velada. Se dieron vivas al socialismo, a los trabajadores, a las reivindicaciones sociales, a Torrevieja libre y a Pablo Iglesias.

Ese como en otros años, las celebraciones de La 'Fiesta del Primero de Mayo' no tuvieron nada que envidiar a las que tenían lugar en las grandes capitales.