El Ayuntamiento de Daya Nueva finiquitará el largo litigio que mantenía con los propietarios de unos terrenos junto al cementerio que en 2009 fueron expropiados. Los dueños del suelo denunciaron al Consistorio y pidieron varias multas coercitivas. En 2015 un juzgado les dio la razón y ordenó el embargo de varios bienes municipales para saldar la deuda, lo que era insuficiente. Tras varios intentos para negociar un pago aplazado de la deuda, que los propietarios no aceptaron, e intentar pedir préstamos a los bancos y a la Diputación, que tampoco se concedieron, la alcaldesa del municipio, Teresa Martínez, ha decidido pagar a los propietarios a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO). Ello, tras recibir una nueva sentencia condenatoria el pasado mes de marzo que ratificaba la anterior, en la que el juez ordenaba indemnizar a los dueños del terreno con 182.654 euros, más otros 58.775 de intereses y 20.135 euros de costas judiciales.
El 7 de abril Martínez firmó el préstamo, tras ser aprobado por el Ministerio de Economía, y este martes lo comunicó al Ministerio de Justicia para que traslade el dinero al juzgado y así saldar la deuda con los dueños de esos terrenos, un bancal de 9.500 metros. Fueron ellos quienes solicitaron la ejecución de la sentencia condenatoria de hace unas semanas, lo que iba a provocar que el juzgado embargara más bienes municipales.
El crédito solicitado es el del importe de la sentencia, lo que acabará con el contencioso con esos vecinos que llegaron a reclamar el pago de la deuda con pancartas a las puertas del Ayuntamiento. El crédito del fondo de ordenación se pagará con unas condiciones muy beneficiosas en diez años, con dos de carencia en los que sólo se abonarán intereses, el 1,76%.
El Consistorio ya había pagado a cuenta, del presupuesto anual, un total de 54.300 euros en seis años que servirán para abonar parte de los intereses generados, de los que deberá sólo 4.000 euros, más los 20.000 del pago de costas a lo que ha sido condenado. Para pagar los 24.000 euros restantes de la condena se ha solicitado una operación de tesorería a la Diputación Provincial.
Problema heredado
Sin duda es la operación que mayores dolores de cabeza le ha dado a la alcaldesa de Daya Nueva, Teresa Martínez, y eso que se trata de un problema heredado ya que ni siquiera estaba en política cuando el Ayuntamiento, en 2009, decidió expropiar esos terrenos. Martínez trató de acceder a créditos financieros tanto de fondos de la Diputación como de la banca privada para saldar la deuda, pero la falta de liquidez hizo imposible todas las operaciones y el juzgado embargó cinco bienes municipales. La regidora, que se encontró con una deuda de 1,6 millones al entrar a gobernar, la ha conseguido reducir a un millón, sin subir impuestos, e incluyendo el pago de la expropiación.
