El alcalde de Rojales, Antonio Pérez, ha reclamado hoy la puesta en marcha de una estación de transferencia de basuras en la Vega Baja. El presidente del Consorcio de Residuos de la Vega Baja, Manuel Pineda, ha calculado que dicho municipio gasta al mes cerca de 10.000 euros en enviar tres camiones con 20 toneladas de desperdicios cada día hasta el vertedero de Jijona, al carecer la Vega Baja de dicha instalación.

El presidente del Consorcio Vega Baja Sostenible, Manuel Pineda, continúa con la ronda de visitas que comenzó hace unas semanas por todos los ayuntamientos de la comarca para recoger las propuestas y dudas de los representantes municipales en base a las necesidades que cada localidad tiene en referencia a la gestión de los residuos. En esta ocasión el encuentro se produjo con el alcalde de Rojales, al que Pineda entregó el vídeo con la visita el año pasado a la planta de Algimia de Alfara. Ambos responsables resaltaron la necesidad de que empiecen a desarrollarse las instalaciones previstas en el Plan Zonal A-6 y el primer edil rojalero urgió la puesta en marcha de una planta de transferencia en la Vega Baja "porque el traslado a Jijona nos supone un aumento del gasto en el transporte muy importante".

Pérez destacó que "nadie debe tener miedo, porque se ha demostrado que se trata de implantar una industria que no causa ningún perjuicio al medio ambiente, olores ni residuos", y reiteró que el Consorcio debe comenzar los trabajos cuanto antes como paso previo al inicio de los trámites para realizar la planta de tratamiento definitiva. El municipio de Rojales se ve obligado a desplazar tres camiones diarios a Jijona, en torno a 20 toneladas de basura, "lo que supone un incremento del gasto de en torno a 10.000 euros al mes", aseguró el presidente del Consorcio, Manuel Pineda. El responsable de la entidad indicó que la intención, tanto del Consorcio Vega Baja Sostenible como de la Generalitat Valenciana, es que las instalaciones se pongan en marcha cuanto antes, y mostró confianza en conseguir el consenso de todos los partidos políticos, pese al rechazo manifestado por algunos alcaldes y grupos municipales del Partido Popular.

"Al final todos tendremos que ver que se trata de instalaciones necesarias, que no podemos seguir llevando nuestros residuos fuera de la comarca, y que se puede trabajar sin causar molestias", dijo Pineda, quien apuntó que esa es "la principal prioridad del Consorcio". Al mismo tiempo se continúa con el trabajo para rebajar al máximo los costes de forma que repercutan lo menos posible en el recibo que deben pagar, al mismo precio, todos los vecinos y vecinas de la Vega Baja.