Rojales se ha marcado el objetivo de poner en valor el conjunto hidráulico del río Segura formado por el puente de Carlos III y la noria y el azud, que servían para derivar el agua fluvial a las acequias y regar la huerta. Se trata de una de las postales más características de este municipio pero con el paso de los años ha perdido su esencia original, que ahora se quiere recuperar. El proyecto que pretende ejecutar el Ayuntamiento consiste en retirar algunos elementos que se han ido disponiendo con el paso de los años, como el firme de asfalto, para restablecer su aspecto originario con adoquines de piedra.

La edil de Cultura y Patrimonio Histórico, Inmaculada Chazarra, explicó ayer que la cronología de construcción de los distintos elementos a restaurar abarcan el periodo comprendido entre los siglos XVI y XVIII. «Se trata del primer paso para poner en valor y conservar adecuadamente el conjunto histórico hidráulico, el más importante de la comarca y uno de los más destacados de la provincia». Además, prosiguió la edil, se trata de una instalación que sigue cumpliendo la función para la que fue construida, que es la regulación de las aguas circulantes por el Segura destinadas al riego de la huerta tradicional y la unión entre las dos zonas del casco urbano, dividido por el cauce fluvial.

La concejala Chazarra dijo que todavía no se sabe qué presupuesto se necesita para acometer toda esa serie de reformas pero destacó que el primer paso ya se ha dado, que ha sido encargar el proyecto para su valoración. Después se intentará buscar financiación en la Diputación y la Generalitat.

Bien de Interés Cultural

«Destacaría que el puente (sobre el río) es el más antiguo de la comarca ya que los restantes fueron destruidos por el terremoto de 1829. En estos momentos se tramita la declaración de Bien de Interés Cultural para el conjunto hidráulico de Rojales».

Respecto al puente de sillería los trabajos consistirán en la retirada de los elementos constructivos modernos del firme del puente, en especial asfalto, y su sustitución con adoquines de material natural. Estos nuevos elementos se colocarán en la parte superior del puente, en el pequeño paseo que lo comunica con la noria, y en parte de las calles adyacentes «con el objeto de dar una mayor vistosidad al inmueble».

La edil explicó que con el paso de los años en el firme del viaducto se han dispuesto diversas capas de asfalto que llegan a alcanzar hasta 40 centímetros, y la intención es retirarlo y recuperar su aspecto original. Apuntó asimismo que se estudiará una reorganización del tráfico para tratar de desviarlo en parte por otros viales. No obstante, descartó que esta zona pueda convertirse en peatonal porque supone una vía de paso fundamental entra las dos partes del municipio separadas por el cauce del Segura.

El conjunto hidráulico en su totalidad será objeto de una limpieza superficial de todos los sillares y se retirarán otros elementos como las tuberías o sistemas de aireación de aguas instalados por la Confederación Hidrográfica del Segura, que afean el entorno. De todos los elementos del conjunto hidráulico de Rojales uno de los más afectados por el paso del tiempo y el uso de materiales modernos es la presa o azud. «Por ello la próxima actuación de rehabilitación prevé en este punto y de manera significativa la sustitución de elementos modernos. Especialmente en la parte inferior de la caída de agua». Así, serán colocados una serie de engranajes desaparecidos, conocidos como «colas de milano» situados entre sillares para darle una mayor consistencia. En zonas donde los sillares han desaparecido o se encuentran en mal estado se colocaran nuevos de piedra natural, concluyó Chazarra.