Amigos de los Humedales del Sur de Alicante (AHSA) pedirá medidas de protección tanto para el salador de San Isidro como para los huertos de palmeras. El colectivo recuerda que el Ayuntamiento ha vuelto a poner en exposición pública el Plan Estructural del municipio, «ocho años después de que fuera presentada una primera versión, en aquella ocasión bajo el nombre de Plan General de Ordenación Urbana», asegura, cuya tramitación fue congelada para someterse a la preceptiva evaluación ambiental estratégica, que conlleva la redacción del informe de sostenibilidad ambiental, tal y como pedía AHSA en una de sus alegaciones presentadas en enero de 2009.

Aunque en el documento actualmente sometido a información pública, el Ayuntamiento de San Isidro ha modificado algunas propuestas con un alto impacto ambiental, «como la pretensión de recalificar como urbanizable terrenos de gran interés ecológico, como el Saladar de San Isidro y el cabezo del Molino», mantiene la construcción de un macrovial sobre la mencionada zona húmeda, actuación que la asociación ecologista rechaza completamente, pidiendo además su declaración como suelo no urbanizable de especial protección.

En apoyo a esta petición, AHSA afirma que las comunidades vegetales que presenta este espacio, se encuentran protegidas por la legislación europea, que en él se encuentra una de las cuatro poblaciones conocidas en el mundo del invertebrado Cicindela deserticoloides, un insecto endémico del sureste ibérico y que tal y como establece la Ley de Espacios Naturales, las zonas húmedas deberán ser preservadas de actividades susceptibles de provocar su recesión y degradación, a cuyo fin los terrenos de las mismas serán clasificados en todo caso como suelo no urbanizable sujeto a especial protección. Por último resaltan la fuerte relación entre el cercano yacimiento arqueológico del Cabezo Pardo y el Saladar situado a sus pies, una relación tanto paisajística como histórica.