El Ayuntamiento de Torrevieja ha comenzado a actuar contra las viviendas ilegales construidas en el camping Mi Sol, con la ayuda de la regularización catastral que realiza el Ministerio de Hacienda desde 2016. En el Plan General figura una ficha en el que se califica el recinto como «establecimiento», pero como tal solo funciona visto desde el exterior.
Son más de trescientas «propiedades» que conforman un barrio completo, ajeno a miradas indiscretas, en pleno casco urbano sobre 88.000 metros cuadrados. Entre las Torretas y El Acequión. Al funcionar como una propiedad privada, en teoría como un camping en su conjunto, la labor de inspección por parte de la Policía Local y los técnicos de urbanismo ha sido casi imposible durante décadas. Además, aparece como en una especie de limbo urbanístico en la homologación del Plan General concluida hace unos meses que puede consultarse en la web municipal. No figura ni como suelo urbano, ni dotacional, comercial, industrial, o zona verde. Nada. Sin embargo en la ficha del Plan General sí aparece denominado como «enclave 14». Y lo que es más sorprendente: como «establecimiento» y con una edificabilidad máxima de una planta limitada a los servicios comunes «tales como aseos y servicios públicos» .
El Ministerio de Hacienda puso en marcha en 2016 una regularización catastral en la que se comprueba la superficie de las nuevas edificaciones no registradas con objetivos recaudatorios. En concreto, que paguen Impuesto de Bienes Inmuebles. La revisión no tiene carácter sancionador. El Ministerio no se mete en si las propiedades son legales mientras logre recaudar el impuesto -incluso permite una cierta amnistía fiscal porque no reclama el abono de los que ha dejado de ingresar-. Lo que sí hace el Ministerio, que realiza esta labor de inspección ayudado por drones, para llegar donde habitualmente no podía hacerlo, es cruzar los datos que está recabando con las administraciones locales. En el caso de la provincia de Alicante ese trabajo lo está realizando Geonet, una empresa que depende de la Diputación Provincial,y uno de los principales focos de regularización detectados, entre otros muchos en una ciudad con más de 160 propiedades, es el camping Misol. Desde el área de Urbanismo está haciendo llegar a algunos propietarios un goteo de expedientes de infracción urbanística por construcciones.
En algunos casos, sobre superficies levantadas de forma ilegal e ilegalizable que suman más de 150 metros cuadrados. Que sean ilegalizables implica que conllevarán una orden de demolición, con una vigencia de 15 años, además del expediente paralelo de multa. Donde debían situarse autocaravanas, tiendas de campaña y sillas y mesas de campo, hay auténticos chalés residenciales, salteados con algunas instalaciones provisionales y casi de forma testimonial, antiguas caravanas. Algunos «solares» cuentan incluso con piscina. Ayer mismo había en marcha varias obras en viviendas visibles desde el exterior.
Valla perimetral
El «residencial», en el que viven sobre todo jubilados comunitarios extranjeros, funciona como tal en el interior, con una calle principal y viales de tierra que conectan los grupos de casas, un restaurante y algunos servicios; y como un camping, desde el punto de vista del acceso de cara al exterior. Una valla de más de dos metros y medio de altura, en algunos puntos opaca, rodea todo el perímetro, comprendido entre la principal avenida de La Torreta Florida -la valla del camping obliga a «terminar» seis viales en callejón en esta zona-, la avenida de Valle-Inclán-Villa Madrid y la calle Jorge Manrique, que linda con las salinas.
