El portavoz del colectivo vecinal, Carmelo Soñer, acompañado de una veintena de residentes de la zona, convocó ayer a los medios de comunicación para mostrarles la otra realidad de Orihuela, esa que no aparece en los portales turísticos pero que se sitúa a pocos cientos de metros de numerosos monumentos del casco histórico. El firme de una de las calles está cada vez más combado y temen que se pueda abrir un socavón de un momento a otro. En uno de sus extremos, las losas de una de las escaleras se han hundido. El Ayuntamiento dispuso una valla para evitar accidentes pero no se ha reparado. Todo ello con el peligro que conlleva puesto que en esta zona residen numerosas personas de avanzada edad. La situación lleva así por lo menos 10 meses, según los vecinos, y desde la administración local no se les ayuda. Este ocurre en calles como Convento, las Comparsas o El Oriol.

El mismo recordó que las peticiones para que el Consistorio asuma el mantenimiento de esta zona se vienen repitiendo desde hace décadas. De hecho, ayer mostró el primer documento que se remitió al Ayuntamiento en el año 1983 pidiendo ya que se ocupara del mantenimiento del barrio, sin conseguirlo hasta ahora. «Todos los políticos han venido a hacerse la foto y prometer cosas, pero nada se ha hecho. Estamos cabreados con el Ayuntamiento», dijo Soñer. El mismo apuntó que mientras sus fuerzas se lo han permitido ha sido él mismo el que ha hecho diversas reformas, pero ahora ya no puede y los residentes no tienen fondos para costearlas. Lo único que han conseguido hasta el momento es que el Consistorio asuma la limpieza de las calles, aunque visto el aspecto que presentaban ayer, y aunque un barrendero se encontraba en la zona, precisan de un plan de choque para eliminar la suciedad acumulada desde hace demasiado tiempo.