Oficialmente viven en territorio oriolano, pero están empadronados en Rafal, son pacientes de su centro de salud y los niños estudian en sus colegios. El Ayuntamiento rafaleño quiere agilizar el procedimiento administrativo iniciado en el año 2015 para conseguir la anexión del barrio de las Casas Baratas a su término municipal. Estas viviendas construidas en la segunda mitad del siglo XX están levantadas entre ambos municipios. La situación provoca que los alrededor de 200 vecinos paguen impuestos como el IBI en Orihuela y tengan que desplazarse trece kilómetros para resolver cualquier trámite con el Ayuntamiento, mientras que en su mayoría «se sienten de Rafal». Prueba de ello es la recogida de firmas iniciada por los residentes y que dio lugar a este proceso que nadie sabe cómo acabará.

Rafal se independizó de Orihuela hace 376 años y se configura hoy como una isla bordeada totalmente por el término municipal oriolano. La curiosa situación motiva que los vecinos reciban los servicios esenciales por parte del Consistorio rafaleño, con infraestructuras como las de alcantarillado, participación en la vida social y cultural de la localidad, y hasta el servicio policial. La concejala de Urbanismo, Silvia Pastor, relata que la Policía Local de Rafal puede asistir una emergencia «con mayor celeridad porque está más cerca, pero siempre tiene que contar con el consentimiento de la Policía Local de Orihuela».

Para tratar de avanzar las negociaciones el alcalde de Rafal, Manuel Pineda, se reunió el pasado lunes con el primer edil oriolano, Emilio Bascuñana. En ese encuentro se puso de manifiesto que el Ayuntamiento rafaleño «va a seguir adelante con el proceso que se inició, y lo que se ha propuesto a Orihuela es que lo hagamos en conjunto», explicó Pineda. Así, se acordó trasladar una propuesta al Ayuntamiento de la vecina localidad «para trabajar juntos, y si no la aceptan seguiremos por nuestra cuenta», dijo el alcalde de Rafal.

Rechaza negociar

Este diario contactó ayer con el regidor de Orihuela para conocer cuál era su valoración de ese encuentro y éste dijo que no habrá ningún tipo de negociación para ceder territorio del término municipal que preside a Rafal. «Podemos hablar de estudiar un acuerdo en materia de colaboración de servicios, pero no de regalarles parte del término, esa no es una opción a valorar», apuntó Bascuñana.

No obstante, según Pineda, el procedimiento administrativo para conseguir la segregación de las Casas Baratas de Orihuela podría llegar a materializarse aunque se oponga el Ayuntamiento presidido por Bascuñana. El alcalde rafaleño apunta que existen dos fórmulas posibles. Una de ellas es sellar la cesión del terreno de mutuo acuerdo entre ambos municipios. Así, en coordinación con la Generalitat, se podría aprobar la cesión del territorio modificando los dos planes de ordenación urbana. En el caso de que no haya acuerdo, «se puede impulsar sin acuerdo». Y esa es la vía que ya inició el Ayuntamiento de Rafal. Según Pineda, esta cuestión ya se planteó en la anterior legislatura al gobierno oriolano, liderado entonces por el PSOE y Los Verdes, pero fue rechazada. Fue por ello que en el año 2015 desde el Ayuntamiento y a petición de esos vecinos de las Casas Baratas iniciaron el trámite para intentar conseguirlo de forma unilateral, algo que fue aprobado en sesión plenaria.

Informes

El Ayuntamiento decidió llevarlo a cabo por las peticiones vecinales, puesto que incluso se realizó en su día una recogida de firmas para que se solicitara el paso de este barrio al completo a término municipal de Rafal. A partir de ahí se han solicitado los correspondientes informes al Consejo Jurídico Consultivo de la Comunidad Valenciana y a la Diputación de Alicante, y en estos momentos «se están subsanando las deficiencias manifestadas por ambas instituciones para seguir adelante». Son dos trámites necesarios para poder continuar el proceso de forma independiente en caso de que se realice una agregación o segregación de término municipal, siempre según Pineda. El mismo dijo que este asunto no se resolverá esta legislatura ni quizá la próxima, pero asegura que seguirán trabajando para lograr ese objetivo porque «no es algo que pidamos los políticos, sino que es lo que quieren los vecinos».