La glosadora del pregón de Semana Santa de Orihuela, Ángeles María Vidal, animó ayer a los oriolanos a vivir los días en los que se conmemora la muerte y resurrección de Jesucristo con la misma solidaridad que La Verónica enjugó su rostro de camino al monte Calvario. La Junta Mayor de Cofradías, Hermandades y Mayordomías de Semana Santa se reunió en el Teatro Circo de Orihuela para celebrar el acto que viene repitiéndose desde el año 1947 y que sirve de preludio para dar paso a que por las calles y plazas oriolanas se haga viva la pasión de Cristo.

Ángeles María Vidal abrió su corazón a los asistentes y recuperó recuerdos de la infancia y de la Semana Santa de Lorca, que fue donde nació. Destacó que llegó a Orihuela con 12 años y fue en esta ciudad «que siento mía» donde empezó a vivir la semana de pasión fascinada por su patrimonio y por los valores que envuelven esta tradición. Porque para la glosadora, la Semana Santa va más allá de las procesiones y de los actos que se ven. Su pregón hizo referencia a esos valores que aguarda el sentir cristiano. Empleó un paralelismo repasando algunas de las composiciones de imaginería que forman los distintos pasos y los relacionó con los valores sociales y solidarios que representan.

Vidal tuvo palabras de agradecimiento para una de las personas que más y mejor le han ayudado a «conocer, sentir y vivir» la Semana Santa de Orihuela: su suegra, Carmen Carillo. «Sus poemas, sus cuadros o sus textos han contribuido mucho a profundizar en el significado de lo que se conmemora y han marcado mucho mi forma de verla y la de sus nietos, mis hijos», explicó ayer. La pregonera tuvo también palabras de cariño para el Caballero Cubierto de este año, Federico Ros, al que está unida por una gran amistad desde niños y que «también es una persona muy relacionada con mi forma de vivir y participar en la Semana Santa».

Con su mensaje lanzado ayer a cientos de cofrades, Vidal quiso animar a sus vecinos a reflexionar sobre lo que es el comportamiento cristiano y la Semana Santa. «Animo a vivirla pero en ambos sentidos, en el sentido social y solidario y en el sentido patrimonial y emotivo que para todos nosotros supone».