Vuelta a empezar. El presidente del Consorcio de Residuos de la Vega Baja, Manuel Pineda, anunció ayer que se ha pedido a la empresa pública Vaersa, que depende de la Generalitat, que redacte un nuevo proyecto para disponer dos plantas de transferencia de basuras en la Vega Baja y una red de ecoparques. Pineda dijo que la propuesta inicial elaborada por dicha mercantil no les sirve porque precisa de una inversión de más de cinco millones de euros. El motivo es que ese coste tan elevado lo tendrían que pagar los 27 municipios de la comarca, lo que se traduciría en un importante incremento de la tasa que pagan los vecinos.
La petición se ha realizado a través de la comisión técnica del Consorcio, que ha solicitado que se realicen «ajustes técnicos» con respecto al proyecto inicial. En concreto, se preveía una planta de transferencia en Guardamar del Segura, que costaría más de 3,7 millones, de los cuales el 76% estaban vinculados a obra civil, principalmente para habilitar una carretera que diera acceso a los terrenos. La segunda instalación, en Orihuela, costaría más de 1,6 millones y el 63% se precisaría igualmente para obra civil. Pues bien, lo que pretende el Consorcio liderado por Pineda es que parte de esos costes se financien con fondos europeos y de la Generalitat. ¿Cómo? Pidiendo ayuda a Bruselas para disponer la red de ecoparques y al Consell para construir, por ejemplo, los viales que conecten con las plantas. En ese sentido aseguró que ya se han iniciado contactos con la Conselleria del ramo.
Aunque el Consorcio consiguiera financiación externa para adecuar las instalaciones necesarias, no se cierra la puerta a nuevas subidas en la tasa de basuras que pagan los municipios. Pineda dijo que la entidad dispone en este momento de un remanente de un millón de euros que se podría destinar a financiar las plantas de transferencia, si bien es obvio que se necesitarán más fondos. No obstante señaló que cuando se pueda hacer la transferencia de basuras sin salir de la Vega Baja, los ayuntamientos ahorrarán costes en el desplazamiento para llevar los desechos en camiones de basura hasta Jijona, Alicante, Elche o Murcia. Eso se haría en vehículos tráiler. Por ese motivo valoró que aunque hubiera que pagar un plus por poner en marcha estas plantas, los costes decrecerían en ese sentido.
Mientras se redacta y llega la nueva propuesta de Vaersa para la Vega Baja, el Consorcio tiene que seguir negociando la búsqueda de los emplazamientos definitivos para las plantas de transferencia. El Ayuntamiento de Guardamar, gobernado por el PSOE, está dispuesto a albergar una en la partida del Pallaret, sin embargo los socialistas, que están en minoría, precisan del apoyo de la oposición para cerrar el acuerdo. Pero el PP, que es el grupo mayoritario con 8 concejales, ya ha dicho que no lo apoyará. A este respecto Pineda aseguró ayer que «si no hay apoyo político y social» en ese municipio, no se ejecutará el proyecto.
Con respecto a Orihuela, el presidente del Consorcio exigió al alcalde Emilio Bascuñana (PP) «que se manifieste ya y se posicione de una vez» porque «ya está bien de marear la perdiz». Pineda invitó a ese Ayuntamiento a hablar claro y tomar decisiones con respecto a la instalación.
