Entre la curiosidad, la sorpresa y la admiración. Así amaneció ayer el centro de Orihuela cuando vecinos y visitantes se encontraron los versos del poeta universal oriolano inundando las calles de la ciudad para conmemorar el Día Mundial de la Poesía. Lonas en todos los edificios municipales con el rostro y los textos de Miguel Hernández, versos en los pasos de cebra que difunden la obra del escritor y actuaciones en forma de teatro callejero con otros ilustres de la poesía contagiaron el ambiente poético en el casco histórico, en una iniciativa que pilló a todos por sorpresa. No en vano, los preparativos empezaron anoche, con el pintado de los pasos de cebra del centro de la ciudad y la instalación de esas lonas en puentes, calles, plazas y edificios, precisamente para que la iniciativa pillara a todos por sorpresa, según explicó la edil de Cultura, Mar Ezcurra (Ciudadanos).

Y lo consiguió, pues ayer era difícil encontrar a alguien que no se parara unos segundos más de lo habitual a la hora de cruzar la calle para contemplar los versos con la firma del poeta repartidos por las inmediaciones del Ayuntamiento y la «ruta de los puentes». Como dijo Federico García Lorca, la poesía es algo que anda por las calles, que se mueve, que pasa a nuestro lado. Y eso es precisamente lo que hemos pretendido hacer, sacar la poesía a la calle. Que se libere. Que llene plazas, aceras, fachadas, puentes... Que salga al encuentro de la gente, y que esta solo paseando por nuestras calles tenga la oportunidad de disfrutar de ella», apuntó Ezcurra.

Lo original de la iniciativa es que gracias a estas pinturas, la divulgación de la poesía irá más allá de la jornada de ayer para conmemorar la efeméride. En este sentido, también se repartieron 5.000 folletos con versos de diferentes poetas como Rafael Alberti, el propio García Lorca, Pablo Neruda, Mario Benedetti, Gustavo Adolfo Bécker, la joven poetisa Elvira Sastre, Emily Dickinson, Gloria Fuertes o Wislawa Szymborska. También se repartieron 3.000 marcapáginas durante las actuaciones de acción literaria que se repartieron durante toda la jornada en diferentes calles y plazas. La jornada concluyó con un concierto de «poemas sinfónicos» al piano a cuatro manos, a cargo de Juan José Teruel y Sonia Pérez.

En definitiva, una jornada de puesta en valor de la poesía que contagió a todo el centro de la ciudad para darle visibilidad a este arte literario.