El Partido Popular (PP) de Rojales cree que la nueva planta de transferencia de residuos que el Consorcio quiere habilitar en Guardamar del Segura traerá mal olor a la población rojalera y creará situaciones de peligro por el continuo paso de camiones de gran tonelaje.

El portavoz popular, Alberto Ros, cree que "algo huele mal en esta planta de basuras y el alcalde lo quiere esconder". Ros asegura que el grupo municipal popular preguntó en el anterior pleno por los inconvenientes que esta nueva instalación provocará en la localidad al alcalde, Antonio Pérez (PSOE), en su calidad de vicepresidente del Consorcio. "Pero nos dio la callada por respuesta porque es consciente de que van a producirse muchos problemas en el municipio", deduce Ros.

La planta se instalará donde estaba el antiguo vertedero de Guardamar, en el límite entre Guardamar y Rojales. "Cuando sople viento de levante, el olor llegará hasta la localidad", considera el portavoz popular. Pero no es el único peligro, puesto que "el Consorcio de basuras no ha previsto el paso de decenas de camiones por los caminos del municipio". En este sentido dice que "no sabemos si irán por la vía rápida, por el centro de Rojales para acceder a la planta por el camino de La Bernada, o si la Generalitat va a expropiar terrenos para construir nuevos accesos".

"Los habitantes de Rojales tienen que conocer qué va a ocurrir con la planta de basuras de la Vega Baja y cómo les va a afectar", mantiene el portavoz popular, quien considera que "Pérez no puede esconder en este caso la basura debajo de ninguna alfombra, porque olerá".