El edil de Hacienda, Rafael Almagro (PP), anunció ayer que seguirá adelante con la querella contra el interventor, Fernando Urruticoechea, por los tuits que este publicó en mayo de 2016 contra él y el alcalde, Emilio Bascuñana, tras negarle unas vacaciones a Budapest el día antes de su partida.

La decisión llega tras un acto de conciliación previo a dicha querella que se celebró el martes, sin que Urruticoechea aceptara rectificar públicamente a través de la misma red social, por unas palabras que el escrito de conciliación califica de «injustas e injuriosas». El interventor llegó a apuntar que «debería de haber cárcel» para este tipo de decisiones arbitrarias y de acoso, según considera, a funcionarios por realizar informes de ilegalidad pertinentes.

De esta forma, la «guerra» entre el equipo de gobierno y el funcionario sumará otra nueva batalla a los frentes que ya están abiertos. Por un lado, el funcionario ganó un recurso que suspendía el decreto por el que se le denegó otras vacaciones en 2015, esta vez en Navidad. A esto se suma otro recurso que interpuso el funcionario contra una petición de parte de su sueldo cobrado indebidamente estando de baja y que Urruticoechea perdió por la vía administrativa y fue condenado a pagar las cosas. Este conflicto se resolverá ahora por la vía de lo Social. La última batalla en los juzgados pasa por una denuncia del funcionario contra Almagro por dar un plus de productividad de 4.400 euros a su sustituto.

Toda esta tensión entre ambas partes llega días antes de que Urruticoechea abandone definitivamente su puesto como interventor municipal, tras pedir el traslado a Torre Pacheco por, el supuesto «acoso» que denuncia por parte del equipo de gobierno. Una marcha que, a tenor del cruce de denuncias, no terminará con el conflicto entre ambas partes, a menos a corto o medio plazo. Está por ver si el funcionario se reincorpora a su puesto antes del traslado, tras recibir al alta médica.