Universalizar aún más la vida y obra de Miguel Hernández. Este es el compromiso que adquirió ayer el director del Instituto Cervantes, Juan Manuel Bonet, durante su primera reunión oficial como director de la institución, tras su nombramiento a finales de enero. Para ello, se impulsará la traducción de los poemarios del ya de por sí poeta universal oriolano para «llegar a los países donde todavía no se conoce», dijo.

Este anuncio coincidió con la jornada organizada para dar el pistoletazo de salida al Año Hernandiano, para conmemorar el 75 aniversario de su muerte, el 28 de marzo de 1942 en la cárcel de Alicante. «La obra de Miguel Hernández es ya muy conocida en nuestro país y en otros territorios de habla hispana, como Latinoamérica, pero hay sitios donde todavía no ha llegado, por lo que trabajaremos desde Madrid y los centros que el Instituto Cervantes tiene en otros lugares» para poder extender sus mensajes más allá de nuestras fronteras.

Bonet visitó también los lugares más emblemáticos de la ciudad dedicados al autor de «Vientos del pueblo», como Los Murales de San Isidro, que plasman en imágenes las historias que recogió el poeta con sus poemarios, creando un auténtico museo al aire libre, que convierte las calles de la ciudad en un homenaje constante; o el Rincón Hernandiano, donde se encuentra la Casa Museo, la sede de la Fundación Miguel Hernández o el Colegio Santo Domingo, donde el poeta pasó su infancia. Fue precisamente en el claustro del centro, que albergó la Universidad Histórica de Orihuela, donde se realizó el acto de apertura. Un homenaje simbólico que sirvió para poner en valor la vida y obra del poeta, en un contexto político-social marcado por «una España gris, en una guerra sangrienta en la que luchó y pervivió. Un oriolano que no es de unos ni de otros, Es de todos los que aman su figura, su obra y sus valores», apuntó el alcalde, Emilio Bascuñana, quien destacó que «Orihuela ha sido, y aún es, cuna de poetas».

Por su parte, el director del Instituto Cervantes, puso en valor la obra del poeta universal, «el mayor representante de la generación del 36, una generación a la que la Guerra Civil marcó a sangre y fuego», pero que no impidió que el poeta oriolano defendiera en sus versos sus ideales republicanos, aunque eso le supusiera su libertad, hasta convertirse en la mayor voz de los «poemas bélicos», aunque ese reconocimiento le llegara tardío.

Unos versos que se recuperaron años después y que «estuvieron muy presentes durante la Transición, cuando era muy frecuente que los cantautores como Joan Manel Serrat y más especialmente Paco Ibáñez» dieran voz a los textos creados por el poeta. Una obra que recoge en buena parte de vida, desde «Perito en lunas», sus inicios, a los «Vientos del pueblo» donde narraba el conflicto bélico, hasta aquellas «Nanas de la cebolla», estas canciones de cuna que escribe desde la cárcel a su hijo.

Parte de esa biografía es la que se puso ayer en valor para contextualizar la figura del poeta y remarcar así esos matices que hicieron «que sus versos, desde el primero, fueran universales». El discurso de Bascuñana estuvo repleto de versos de las diferentes obras de Miguel Hernández, un texto que se convirtió también en música gracias a la presencia del cantautor flamenco Vicente Pradal, quien interpretó varios de los poemas con el acompañamiento de su guitarra y el piano, y que consiguió trasladar la carga emocional de los versos al público.

El acto reunió a buena parte de las instituciones implicadas en impulsar este Año Hernandiano 2017, desde las administraciones públicas como la Conselleria o el Congreso de los Diputados, que ha declarado este 2017 como Año Hernandiano a nivel estatal, como representantes del instituto Juan Gil-Albert, que organizarán numerosos actos en la ciudad o las dos universidades de la provincia, la Universidad de Alicante y la propia Universidad Miguel Hernández. Un pistoletazo de salida a una programación que tendrá su máximo esplendor durante este mes de marzo, cuando se conmemora la efeméride.