Un grupo de 70 voluntarios respondió ayer a la llamada del Ayuntamiento de Guardamar para limpiar el cauce del Río Segura en su desembocadura, labor que está asumiendo el Consistorio desde que el 31 de diciembre de 2015 dejara de ocuparse la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), a quien le corresponden las competencias. El desapacible tiempo que hizo en la jornada de ayer no influyó en los ánimos de los voluntariosos vecinos, quienes ataviados con bolsas de basura, pinzas, gorras y guantes, que facilitó la organización, se pusieron manos a la obra para recoger la enorme cantidad de residuos que se acumulan en los márgenes y flotando y que son arrastrados corriente abajo depositándose a lo largo y ancho de la desembocadura.

Un camión de la empresa municipal encargada de la recogida de basuras en Guardamar fue cargando las bolsas repletas de todo tipo de residuos que los voluntarios iban dejando cada vez que las llenaban. Un ir y venir sin descanso debido a la gran cantidad de basura flotante. Los voluntarios, tanto en los márgenes del río como a bordo de kayaks y una lancha de la Escuela de Vela de Guardamar, recogieron cerca de 2.500 kilos de basura en poco más de dos horas, ya que la actividad se tuvo que suspender a las 12 del mediodía debido a las inclemencias meteorológicas.

El alcalde de Guardamar, el socialista José Luis Sáez, no se mordió la lengua a la hora de señalar al responsable de la acumulación de basura en la pantalla flotante del río. «Es el sumatorio del abandono de la CHS, que ni está ni se le espera. Es su responsabilidad pero nos tenemos que ocupar nosotros por su dejadez», señaló indignado. La CHS se aferra a la falta de presupuesto para dejar de lado estas necesarias actuaciones en un espacio declarado como LIC y dentro de la Red Natura.

Hasta un sofá

«Hemos sacado 10 sacos llenos sólo de basura que dejan los pescadores que se ponen en el río». La queja la hacen Alex Más y Saaskia Baas, dos trabajadores del Camping Marjal mientras recogen unos hilos de pesca abandonados. Cebos y redes no es lo único que ayer se encontraron los voluntarios. Envases de plástico, botellas de cristal, madera, ropa, un cabecero de una cama y hasta un sillón fueron algunos de los objetos que se recogieron durante la jornada de ayer.

Familias enteras acudieron a limpiar, como Ángeles y Juan Carlos, dos oriolanos residentes en Guardamar. «Es nuestro río y debemos mantenerlo limpio. Si las autoridades no actúan tendremos que ser los vecinos los que actuemos, porque hace falta una buena limpieza, no sólo aquí, también en Orihuela». Su opinión la comparte el alcalde guardamarenco. «La Vega Baja ha desaparecido para la CHS; sólo limpian en el tramo que discurre por Murcia». Y achaca a la acumulación de maleza y basura en el curso del Segura por la Vega Baja «gran parte de la culpa de la riada de diciembre, porque la Confederación ha abandonado el mantenimiento del río», critica.