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El Consell rebaja a la mitad la propuesta de Daya Vieja para tener más suelo urbano

La Generalitat autoriza liberar 453.000 metros cuadrados y la mayoría industrial

Imagen del casco urbano de Daya Vieja. tony sevilla

Otro «hachazo» a un plan general de un municipio de la comarca. La Generalitat ha reducido a poco más de 450.000 metros cuadrados las expectativas de crecimiento urbanístico futuro de Daya Vieja, el municipio más pequeño por número de habitantes de la Vega Baja. Con la previsión actual se liberaría suelo para construir poco más de 1.300 viviendas con capacidad para 3.600 nuevos residentes, que se sumarían a los 800 con los que ya cuenta el municipio.

La primera propuesta de revisión del Plan General presentada hace más de una década, en 2006, antes de la crisis económica, planteaba la urbanización de casi un millón de metros cuadrados, en torno al casco urbano tradicional de esta zona de la huerta, pero también a lo largo de la circunvalación de San Fulgencio y Rojales, en torno a la CV-903 y CV-86. Es decir, reclasificar casi un tercio de la superficie total del término que apenas supera los tres kilómetros cuadrados. De ellos 514.000 metros eran de uso residencial y 348.000 nuevas zonas industriales, a lo que había que sumar áreas verdes de nueva creación y viales. Durante todos estos largos años de tramitación la Generalitat ha ido rebajando de forma paulatina cada una de las propuestas que llegaban desde el Ayuntamiento. En la primera revisión de la propuesta, la de 2012, la Generalitat ya explicaba que no podía realizarse una previsión de crecimiento tan ambiciosa y lo rebajaba a 774.000 metros cuadrados. En 2014, volvía a reducirlo hasta los 771.578 porque no contemplaba las directrices de inundabilidad que recoge el Sistema Nacional de Cartografía de Zonas Inundables.

Estrategia territorial

El verdadero recorte ha llegado con la última alternativa que contempla solo 453.000 metros cuadrados a reclasificar. Curiosamente deja más superficie para nuevas zonas industriales, 161.000 metros cuadrados, que para superficie residencial.

En este caso, y ya parece el definitivo, el recorte se realiza por la adaptación de todo el trabajo, encargado al despacho Guía Consultores, a la ley de Ordenación del Territorio de 2014, a la evaluación ambiental integrada, y en especial, y sobre todo a la estrategia territorial de crecimiento, que establece un límite máximo de suelo urbano futuro, muy alejado, en todos los casos a los que se ha aplicado desde que se crearon, de las expectativas de los municipios, como ha sido el caso de Los Montesinos, Almoradí y Orihuela, que tienen «parada» la aprobación definitiva de sus planeamientos por estos límites, establecidos en 2011, tras la crisis inmobiliaria por el anterior Consell.

El alcalde Rafa Vives (PP) reconoce que el planeamiento puede nacer pequeño de partida, tal y como ocurrió con el aprobado en 2003, teniendo en cuenta la demanda de uso residencial de turismo extranjero -belgas, alemanes, holandeses y escandinavos, principalmente-, que busca la tranquilidad y la calidad de vida de un municipio pequeño, de huerta y a un paso del mar.

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