El Parlamento Europeo ha reabierto el expediente relativo al proyecto de construcción de 1.500 casas en Cala Mosca, último rincón virgen del litoral de Orihuela, tras la comparecencia esta tarde de los ediles de Cambiemos y el exedil de Claro, Bob Houliston, en la Comisión de Peticiones de la eurocámara. Hace ya cinco años, Houliston consiguió paralizar el proyecto y aunque en este caso, las medidas que se llevarán a cabo no será esa paralización como tal, el organismo sí fiscalizará que el informe de impacto ambiental que obligó a realizar al promotor, cumple con la normativa, algo que dudan desde ambas formaciones, ya que «apenas modifica el proyecto anterior», que obligaba a salvar fauna y flora protegida.Houliston ha comenzado su comparecencia señalando que el proyecto pretende ampararse en un estudio de impacto ambiental elaborado por el propio constructor "algo que, aunque legal, supone un evidente conflicto de intereses" .

Además, la eurocámara remitirá una carta al Consell, organismo encargado de aprobar definitivamente o no este proyecto, exigiéndole que ponga especial atención a este rincón oriolano, y supervise de forma exhaustiva que se cumplan todas las garantías en materia ambiental previstas por la ley. Así lo explicó ayer la edil Marta Guillén tras su comparecencia en la Comisión de Peticiones del Parlamento, tras la invitación de la eurodiputada Marina Albiol (IU).

Por su parte, Marta Guillén ha insistido en que "lo importante no es cumplir con el expediente con un estudio cualquiera, lo importante es que no haya impacto ambiental", ya que asegura que el proyecto del constructor sigue vulnerando la fauna y flora protegida de Cala Mosca. Asimismo, la concejala de Cambiemos Orihuela ha destacado "la importancia simbólica de un pequeño rincón del territorio que, sin embargo, representa un gran desafío para nuestro modelo de sociedad". Un proyecto que, según ha concluido Guillén , "atenta contra el medio ambiente y redunda en un modelo de desarrollo insostenible".

A juicio de la edil, el resultado de la expedición oriolana ha sido "tremendamente positiva", ya que "se demuestra que proteger Cala Mosca no es un problema técnico, sino un problema político". Además, recordó que "la movilización social es fundamental, por lo que el próximo 5 de marzo la gente tiene que salir a proteger su paisaje", ha concluido la oriolana en referencia a la movilización ciudadana prevista para ese día y respaldada por numerosas asociaciones vecinales.