Además del refugio de la Plaza de la Constitución la Junta de Defensa ordenó construir uno mayor, también en el centro de la ciudad, que discurría en galería por las calles Lacy (Chapaprieta) y Pi Margall (Blasco Ibáñez), con capacidad para mil personas y tres bocas de acceso -una en la calle Joaquín Chapaprieta, otra en la calle Pi y Margall o Blasco Ibáñez, y una más en las Escuelas Graduadas, hoy Biblioteca Municipal-. Además levantó un pequeño refugio en la plaza de la Madera, en la calle San Pascual; otro en el barrio de los Molinos; y uno más en la calle Carreteros (Diego Ramírez).