El Servicio de Laboratorio, Análisis Clínico, Microbiología y Anatomía Patológica del Hospital Vega Baja ha procesado más 4 millones de muestras bioquímicas, hematológicas, microbiológicas y anatomopatológicas durante el 2016.

El Departamento de Salud de Orihuela está dotado de tres laboratorios específicos, uno para las determinaciones Hematológicas y Bioquímicas, otro separado para el análisis de muestras Microbiológicas y por último el Servicio de Anatomía Patológica. Estos laboratorios están habilitados con las técnicas más avanzadas en el diagnóstico de numerosas enfermedades.

La actividad llevada a cabo en los laboratorios, que recibe a un total de 507.978 pacientes al año, da soporte diagnóstico a todas las necesidades del hospital en caso de precisar que se analicen muestras, tanto en los servicios de urgencias, como en quirófano, cuidados intensivos o consultas externas. Asimismo atiende a las demandas que se solicitan desde los centros de salud de la Vega Baja, lo que ha supuesto esta actividad anual. Además el Servicio de laboratorio de Análisis Clínico proporciona un soporte continuo con su actividad las veinticuatro horas al día.

El Servicio de Laboratorio y Análisis Clínico del hospital Vega Baja acaba de renovar el certificado del Sistema de Gestión de la Calidad conforme con la Norma ISO 9001 que la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR) concede por sus actividades relacionadas con la mejora de la calidad

Cabe destacar que el Servicio de Anatomía Patológica aplica desde hace varios años técnicas de análisis intraoperatorio que permite detectar, durante la intervención quirúrgica de extirpación de mama, si las células cancerígenas desarrolladas en el cáncer se han extendido a la axila. El Servicio de Anatomía Patológica realizó en 2016 un total de 182 biopsias intraoperatorias. De esta forma, los cirujanos pueden saber, durante la operación del tumor, si es necesario extirpar, además de la mama los ganglios linfáticos.

Esta técnica tiene alta efectividad en el análisis y proporciona grandes beneficios. Ésta consigue que ninguna mujer, del 100% de las operadas de cáncer de mama, tenga que ser reintervenida para someterla a la extirpación de la cadena de ganglios, con lo que también evita un posterior reingreso y reduce el impacto psicológico derivado estas circunstancias. Y por el otro, la eficacia en el diagnostico permite que el tratamiento de quimioterapia sea instaurado de forma temprana.