El secretario autonómico de Calidad Ambiental, Juliá Álvaro, ha visitado hoy la localidad de Guardamar del Segura para mantener una reunión con el equipo de gobierno para abordar el proyecto de la estación de transferencia de basuras que se proyecta en el municipio. El representante del Consell ha dicho que espera que las plantas de Guardamar y de Orihuela se pongan en marcha en un plazo aproximado de seis meses y ha confirmado el dato que adelantó INFORMACIÓN en su edición del pasado domingo, que ambas estaciones de residuos costarán algo más de cinco millones de euros.

La planta de Guardamar se habilitará en la finca del Pallaret, justo en los terrenos donde se ubica un antiguo vertedero. Tendrá capacidad para tratar hasta 113.176 toneladas de basura al año, un 54% del total que precisa la Vega Baja. Los desechos llegarán hasta ese punto en camiones de recogida de basuras y, en el interior de una nave, serán transferidos a vehículos tráiler que los llevarán después hasta los vertederos autorizados. Con esto se ahorrarán costes en desplazamientos, puesto que se podría compactar la basura de hasta 60 camiones en 13 tráiler. También se reduce el impacto ambiental.

El proyecto de Guardamar precisará dos tercios del presupuesto reservado para ambas plantas de transferencia de residuos. Parte de esa inversión se destinará a mejorar los accesos hasta la futura planta, habilitando una carretera desde la CV-91 para evitar que los camiones pasen por caminos cercanos a las urbanizaciones.

Ahora el alcalde de Guardamar, el socialista José Luis Sáez, que gobierna en minoría, tendrá que conseguir el apoyo de la oposición para poder impulsar este proyecto. El primer paso será aprobar la cesión de terrenos a la Generalitat para que disponga la planta a través de la empresa pública Vaersaempresa pública Vaersa.

Por su parte, la Generalitat se ha comprometido a invertir otros 900.000 euros en las labores de sellado y restauración del antiguo vertedero de Guardamar, que cuando se clausuró sólo se cubrió con tierra.

Juliá Álvaro ha confirmado que también se mantienen contactos con el Ayuntamiento de Orihuela para elegir la ubicación de la futura planta. Existen cinco emplazamientos posibles sobre suelo industrial, siendo el del polígono Puente Alto el que presenta mejores condiciones. Sin embargo el secretario autonómico ha dicho que no hay nada confirmado hasta el momento. Este planta tendría capacidad para transferir hasta 96.407 toneladas de basura al año.

Las plantas de transferencia de basuras de la Vega Baja tendrán carácter transitorio y serán desmontadas una vez que se habiliten las plantas de tratamiento de desechos definitivas y el vertedero.

El secretario autonómico ha dicho que en la Vega Baja hablar de basura significa hablar de "malas prácticas y de rechazo social", pero asegura que ante esto se trabaja en busca del consenso entre todas las administraciones, los vecinos y la participación social en la elaboración de los proyectos. De este modo, el principal objetivo es "empapar a la ciudadanía de una pedagogía en positivo en relación a los residuos" para implantar políticas de reducción, que las plantas sean cada vez más pequeñas y con mejores resultados, además de "cumplir con los parámetros que marcan las directivas comunitarias de cara al 2020, que son que el reciclaje llegue al 50%, cuando ahora no llegamos ni al 40% de lo reciclado en planta".

Por su parte, el presidente del Consorcio de Residuos de la Vega Baja, Manuel Pineda, que no ha podido acompañar a Álvaro en la visita, ha señalado que "la ordenación del desastre de los residuos que nos hemos encontrado en la Vega Baja es ya imparable, como demuestran los avances anunciados en Guardamar por el secretario autonómico y el alcalde". En la misma dirección, el primer edil rafaleño ha mostrado su satisfacción porque la ciudad costera pueda acoger la planta de transferencia antes de fin de año si así lo desean los guardamarencos, y ha mostrado su optimismo respecto a que ocurra algo similar con el municipio de Orihuela.