Una plaga que no cesa. Las aparición de varias colonias de termitas han obligado a la Archicofradía de la Virgen de Monserrate a tener que tomar medidas, una vez más, para evitar la pérdida del patrimonio del templo que alberga a la Patrona de la localidad. Los insectos se localizaron la pasada primavera en un retablo del crucero del templo, y tras una inspección se localizaron varias colonias alrededor del mismo, que han afectado especialmente al retablo del Cristo de la Buena Muerte y a la carpintería del edificio. Los daños no son irreparable, aunque sí preocupantes. Se trata de la tercera vez que aparece un rebrote de esta plaga, contra la que ya han tenido que luchar en anteriores ocasiones, desde hace más de 10 años.

La Archicofradía, con ayuda del Obispado, ha invertido cerca de 17.000 euros para contratar a una empresa especializada en su erradicación. Para ello se instarán hasta 70 cebos por todo el templo, concentrándose especialmente en el crucero, en la parte más cercana a la sierra, donde el Santuario colinda con viviendas. Se trata, por una parte, de la zona más sombría, por lo que la humedad, uno de los requisitos para el desarrollo de la plaga, es mayor. Además, esta parte, al compartir fachada precisamente con viviendas anexas, es el único punto que no cuenta con un cercado químico que se realizó en anteriores ocasiones para repeler las termitas, y es ahí por donde han infectado el inmueble esta vez.

El objetivo de los cebos es atraer a los insectos para que coman una pasta de celulosa que contiene un veneno de efecto retardado que las mata una vez llegado al nido. Aunque el tratamiento se prolongará durante cinco años, con el fin de erradicarlas definitivamente, el mayor control se realizará en los próximos meses, explicó el técnico de la empresa, Óscar Casamichana.

Periódicamente se comprobarán los cebos para ver si han consumido la sustancia, lo que significaría que están surtiendo efecto, para comprobar si aparecen insectos muertos alrededor o en busca de otros indicativos con los que los biólogos detectan el retroceso de la plaga.

Lo que preocupa realmente es evitar que se extienda hacia la estructura del inmueble, aunque, de momento, no ha llegado . Donde sí ha hecho aparición, aunque en este caso no las termitas sino la carcoma, de mayor tamaño, es en la bóveda del Santuario. Allí se concentran, en su estructura «toneladas de madera», apuntó el presidente de la entidad, Antonio García. En esta zona se realizará un tratamiento diferente, con productos químicos, que comenzará la próxima semana.

Se trata de un templo que data del siglo XIV. La construcción original era una iglesia muy pequeña, situada en lo que hoy es precisamente la parte del crucero afectado por la plaga. Cuenta con numerosas obras de arte y piezas de oro macizo, con un valor artístico destacado. De hecho, hace unos años fue declarado edificio de Bien de Interés Cultural (BIC), y además de ser el lugar de descanso de la patrona es un templo clave en la Semana Santa, pues es donde descansan todos los tronos de las diferentes cofradías antes de la procesión general del Viernes Santo, convirtiéndolo en uno de los patrimonios de la ciudad.