La Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) cuestionó ayer las condiciones en las que se presta atención a los vecinos en el puesto principal de Torrevieja. Para esta asociación que representa los derechos de los agentes las condiciones en las que trabajan los efectivos y se atiende a los vecinos que van a registrar denuncias son «casi insalubres, ridículas e incómodas» por el estado que presenta el material de oficina y las dependencias.

Entre otras condiciones, la misma fuente cita «unas sillas pésimas para estar trabajando ocho horas (...) hay ocasiones, aunque resulte ridículo, que se lucha por las grapadoras y los sellos ya que el material está contado, las impresoras están siempre sin tóner», mientras que lo único que sí se mantiene activo las 24 horas en la máquina de refrescos. El pasado verano, según la AUGC, se produjeron varios cortes de suministro eléctrico y se «ordenó» apagar los aparatos de aire acondicionado para que la máquina de «cocacolas» pudiera seguir estando en marcha.

Prestar

En alguna ocasión los agentes han tenido que prestar a los detenidos papel higiénico al carecer los aseos de mantenimiento. Los agentes han trasladado a la AUGC que les ordenan prestar servicio en estas oficinas de atención al ciudadano sin que previamente se les haya formado en su nueva tarea y «se les obliga a ir aprendiendo sobre la marcha, en detrimento de la correcta atención de los ciudadanos». Estos agentes, según las mismas fuentes, «se sienten desamparados por aquellos que deberían instruirles y aconsejarles».

Para la AUGC a estos efectivos deberían aportarles una adecuada formación en vez de darles «de vez en cuando una charla informativa más a modo de represión cuando cometen errores que una formación al uso, que es lo que correspondería». La asociación de guardias civiles destaca el «hastío y estrés» entre los agentes destinados y que tiene «tienen que dar el 100%, que genera que se les trate, a juicio de este colectivo les «como si fueran ciudadanos sin ningún tipo de derecho, y que tienen que recoger problemas de todos los ciudadanos con la mayor profesionalidad y talante, y que este trato es desesperanzador, y al final acaba haciendo mella psicológica». Este diario intentó sin éxito contrastar ayer esta información con la Comandancia de Alicante.