«Me voy a mojar: creo en la gestión indirecta de las basuras». Así de contundente se mostró, para sorpresa de todos, Dámaso Aparicio, concejal de Limpieza Viaria y Residuos Sólidos Urbanos en el pleno extraordinario solicitado por la oposición para, entre otros asuntos, exigir que el equipo de gobierno del bipartito (PP y Ciudadanos), se posicionaran sobre la apuesta de mantener el servicio de basuras municipalizado, tal y como está ahora. El objetivo de los socialistas, quienes pidieron la celebración de esta sesión, era blindar el servicio o, en su defecto, poner las cartas sobre la mesa de un bipartito que, hasta ayer, nunca se había pronunciado con tanta rotundidad sobre la apuesta de la gestión de este servicio.

Además del hecho de que, según Aparicio, es «más barata» al ahorrar costes indirectos, el edil aludió a razones políticas: «creo en la gestión indirecta porque soy concejal del Partido Popular; si no, lo sería de Cambiemos». Una afirmación que hizo dar un bote de su asiento a más de uno en la bancada de la oposición, ante un argumento «político» y no funcional para la ciudad. Aparicio dijo que si no se se plantean una licitación, que según él ahorraría gastos, es porque están pendientes de liquidar la sentencia a favor de Urbaser y resolver el pleito con la UTE de las basuras, lo que dio origen a una de las piezas del caso Brugal pendiente de la apertura de juicio por irregularidades en la concesión.

A partir de aquí el tono del debate se elevó, entre una oposición (de PSOE y Cambiemos pues Foro apuntó a que «no sabría decidir ahora cuál sería la mejor opción») que defiende a ultranza la municipalización, y un equipo de gobierno que basó su rechazo a la actual gestión en que «no hay dinero, requiere mucha inversión en camiones y otros equipamientos, en los que no se invierte nada desde 2012, y que no es suficiente, ya que no hay más que ver que las calles están sucias». Aparicio apuntó a que en el presupuesto del pasado año 2016 se aumentó la partida de 8,8 millones de euros a 9,45 millones, a los que habría que sumarle «906.000 euros de gastos indirectos». López-Bas, añadió además que «hay que desmontar la falsedad de que con la gestión directa se ahorra el IVA, porque sí se paga IVA. Es cierto que no se paga en cuanto al personal, pero sí en los gastos a la hora de comprar escobas o detergentes y ahí se paga al 21% y no al 10% como se haría si se prestase el servicio con una empresa privada», aunque en este caso el IVA también se aplicaría al gasto en personal.

El PSOE defendió mediante su portavoz, Carolina Gracia, que «el argumento de que Orihuela esté sucia no es suficiente, la solución pasa por dotar de más recursos el servicio», a la vez que recordó que «al margen de la limpieza en la calle, lo que está más limpio (tras la municipalización) es el Ayuntamiento. En la legislatura anterior, detrás de Mónica Lorente, había un empresario con muchos intereses, intereses que terminan siendo el servicio municipal», apuntó. Para Cambiemos, el debate, más allá de si es más barato o caro, «aunque pensamos que es más barato, debería centrarse es qué es más beneficioso para la gente, si una gestión mercantil, en la que la empresa busca obtener beneficios sin importar el resultado, o una gestión municipal, donde prime el servicio y no haya que sumar el beneficio mercantil». En la sesión también se rechazó reprobar a la Diputación no haberse sumado al Fondo de Cooperación y destinar los 432.000 euros que se recibirán de la Conselleria a obras de accesibilidad en la Costa y pedanías. Los reproches entre los dos concejales y diputados,Carolina Gracia y Paco Sáez, se sucedieron en cuando a que la cantidad podría haberse doblado si la Diputación, en manos del PP, «no gobernase con intereses partidistas», apuntó Gracia.