Un juzgado ha anulado la oposición por la que el Ayuntamiento adjudicó siete plazas en propiedad de policía local en un convocatoria de 2008. Paradójicamente es el sindicato UGT y los siete interinos afectados que denunciaron la convocatoria los que ruegan ahora que no se ejecute la sentencia: implica el despido de los agentes que ganaron ese puesto de trabajo. UGT y 7 agentes llevaron este asunto al juzgado por la supuesta arbitrariedad de los mandos a la hora de ofertar unas plazas concretas de agentes, con nombre y apellido, sin seguir un criterio estadístico o cronológico. En su día acusaron a la jefatura de querer «hacer limpieza» de agentes supuestamente díscolos o incómodos. Pero mientras se resolvía el procedimiento la causa que llevó a denunciar el asunto se diluyó. La convocatoria se realizó durante el mandato del primer edil Pedro Hernández. En 2011, el alcalde Eduardo Dolón, asignó un nuevo número oficial de vacante a cada uno de los interinos afectados para que no tuvieran que dejar su trabajo, a excepción de uno, que sí tuvo que marcharse.
El juzgado, ocho años después ha anulado todo el procedimiento porque en ese momento el Ayuntamiento no estaba autorizado a convocar plazas de empleo público. Eso supone, si se cumple estrictamente la sentencia, la salida inmediata de los seis policías que llevan trabajando en la plantilla años.
Ahora debe hacerse efectiva -aunque todavía hay plazo- la sentencia, para que ese único afectado, pueda recuperar su puesto de trabajo. Y el sindicato y quienes denunciaron han pedido que no obligue a despedir a los seis aspirantes que ganaron la plaza. Aunque el Ayuntamiento no puede pronunciarse sobre este asunto y solo se va limitar a trasladar la forma en la que los denunciantes quieren que se ejecute la sentencia, lo que está claro es que, la resolución no conviene a un municipio con solo 165 agentes en activo y un porcentaje significativo de bajas de larga duración. Tanto el sindicato denunciante como el propio agente que tuvo que dejar su trabajo están haciendo todo lo posible por no perjudicar a los seis compañeros Todos han rubricado un escrito dirigido al juzgado de lo Contencioso en ese sentido. La convocatoria de estas diez plazas fue muy polémica porque los mandos señalaron qué policías interinos iban a perder sus puestos con la oposición, sin seguir un criterio, algo que se vio como un trato claramente discriminatorio en una plantilla repleta de agentes en interinidad.
