Orihuela, San Miguel y Pilar de la Horadada son los términos afectados por la protección de Sierra Escalona y la Dehesa de Campoamor. Hace unos meses la Generalitat abrió un periodo de negociaciones y encuentros para explicar a los responsables de cada municipio que busca la protección definitiva del paraje como Paisaje y después como parque natural.

Los ayuntamientos de San Miguel y Orihuela no han sido especialmente receptivos a la hora de aceptar la ambiciosa ampliación de la delimitación del ámbito de protección del futuro parque natural, que dobla, con casi 20.000 hectáreas, la contemplada en la primera propuesta de Parque Natural de 2006.

Los responsables de ambos consistorios han presionado para excluir zonas sensibles, desde el punto de vista urbanístico, donde existen claros intereses de propietarios de suelo de empresas de la Vega Baja, según fuentes conocedoras de las negociaciones.

El edil de Medio Ambiente oriolano Miguel Ángel Ferrández, no estaría contemplando la protección de las Sierras de Pujálvarez y El Cristo, ni el entorno del embalse de La Pedrera y de zonas de la Dehesa de Campoamor en la costa, con un gran valor ambiental.

El argumento es que no figuran en la delimitación inicial de hace una década. Públicamente este edil sigue manteniendo un discurso en pro de la conservación de todo el ámbito.Mucho más claro ha sido el edil de Urbanismo de San Miguel, Sergio Correas, que expresó en este medio que los planos que maneja el Consell condenan, en su opinión, el crecimiento futuro del casco urbano y pretenden proteger la mayor parte del término, mientras que la edil de Medio Ambiente no ha intervenido en las reuniones.