La situación de Playa Babilonia parece peor que nunca. Hace tres semanas acudió al Ministerio de Medio Ambiente para exigir soluciones. ¿Se las han dado?

No, seguimos esperando la famosa «hoja de ruta», aunque después de las últimas reuniones y llamadas tampoco espero mucho por parte del Ministerio. Nuestras playas y por supuesto la de Babilonia y Vivers, necesitan de urgencia unas actuaciones que demandamos desde hace años y que no llegan. Hay que tomarse en serio los mensajes que nos envía el mar.

Un juzgado ha exigido a Costas que tome medidas para preservar las construcciones. ¿Qué se sabe?

Pues que estaban en periodo de alegaciones y que la abogacía del estado está sobre el tema.

¿Cree que las casas se deberían de derribar cuando acaben las concesiones?

Es el Ministerio el que debe de asumir su responsabilidad y competencia. Una vez que se rescaten las concesiones entiendo que Costas acabará por derribar, como ya ha hecho con otras concesiones rescatadas.

Usted ha dicho que el problema de la pérdida de arena en las playas de Guardamar se extiende a sus 11 kilómetros de línea costera. ¿Es una amenaza real para el turismo?

Es una advertencia y seria. Estamos sufriendo una importante regresión y de no tomar medidas efectivas en los próximos años es posible que nos encontremos con un grave problema de nuestro mejor valor.