El origen de la investigación policial que causó ayer la detención de diez personas, entre ellas la exalcaldesa de Orihuela hasta 2011, la popular Mónica Lorente, radica en unas declaraciones que realizó el edil de deportes en la pasada legistatura, Luis Galiano (PSOE), tras una denuncia presentada por el Orihuela CF por supuestas injurias y calumnias y vulneración del honor del club. El socialista aseguró en una rueda de prensa a finales de 2014 que «en otras épocas el club, incluso, ingresó dinero público por valor de 700.000 euros y de todos es sabido que ese dinero pasó a engrosar las cuentas de empresas privadas», lo que provocó la ofensa del Orihuela CF, que denunció al exedil en los juzgados. Pese a que no ha trascendido qué declaró Galiano en aquella causa judicial, todo parece indicar que fue esa comparecencia en los juzgados la que puso tras la pista a la Policía de estas supuestas irregularidades en las subvenciones otorgadas al club, que la investigación cifra en más de 900.000 euros desde los años 2008 a 2010. El Ayuntamiento le «cortó el grifo» al Orihuela a finales de 2014 por no cumplir las condiciones para recibir la ayuda, entonces de «solo» 60.00 euros, y por estar en fase de liquidación y acumular diversas deudas con Hacienda y la Seguridad Social.

Lorente, a su salida ayer de la comisaría, criticó que Galiano, tras esa denuncia «tirara balones fuera y ahora los investigados somos nosotros». Sea como fuere, resulta paradójico que una denuncia del Orihuela CF para defender su honor y su buen nombre haya acabado levantando una investigación de la Policía para aclarar esas supuestas irregularidades que en su día manifestó el exedil socialista públicamente, e investigando a una decena de personas vinculadas al gobierno de Mónica Lorente en su última etapa de mandato.