El jefe de Recursos Humanos tiene sobre la mesa más de una veintena de solicitudes de pase a segunda actividad de policías locales y solo 5 vacantes disponibles. La mitad de las peticiones son por edad, por lo que deberían atenderse de forma automática. La otra mitad es por enfermedad y deben valorarse por un tribunal compuesto por un facultativo del Ayuntamiento, otro propuesto por el solicitante y un tercero de la Seguridad Social. Esas solicitudes irán a más. La plantilla está compuesta por 165 agentes. Según los sindicatos sólo uno es menor de treinta años. La edad media de los policías locales es muy elevada y las plazas para sustituir a los agentes que se han jubilado han estado muy restringidas, y más todavía la creación de nuevas para ampliar los efectivos, por la restricción de gasto impuesta por el Gobierno central.

Según las mismas fuentes el funcionario que debe decidir sobre quién puede acceder a la segunda actividad, el jefe de Recursos Humanos, se encuentra con la tesitura de quién debe ser beneficiario de una de las cinco plazas disponibles, pese a que al menos diez deberían contar con vacante de forma automática. Todo además con el agravante de que cuando esos agentes puedan acceder a una petición a la que tienen derecho, los turnos para la unidad operativa, la que de forma mayoritaria está en la calle, se puede quedar cada vez con menos policías disponibles.