? La edil de Cambiemos Orihuela, Marta Guillén, apuntó ayer que otra de las exigencias elevadas a la Generalitat en cuanto a la protección del terreno donde están previstas las 1.500 casas de Cala Mosca, en el último rincón virgen de la costa oriolana, pasa por no solo proteger la flora, en concreto la jarilla cabeza de gato, sino también la fauna. En este sentido, piden ampliar la protección para el caracol Tudorella Mauretanica, que habita en este paraje, y que se quedó fuera cuando se declaró la microrreserva de flora en 2014. Esto pondría aún más impedimentos al proyecto que desean paralizar a toda costa.