Si no surge ningún contratiempo, el edificio principal del nuevo colegio de Rojales, el CEIP Poeta Miguel Hernández, estará listo en siete meses, cuando comience el curso 2017-2018. La obra avanza a buen ritmo y los trabajos se están potenciando por las tardes para evitar en la medida de lo posible molestias al profesorado y alumnado, pues el centro se construye a escasos metros del ya existente.
Tras las pasadas vacaciones de Navidad, los alumnos desplazados a aulas prefabricadas han vuelto al centro de ladrillo. La primera parte de la obra consistió en remodelar las conocidas como aulas verdes, que son un total de 12. Dicha tarea concluyó a finales de diciembre. Aunque los barracones siguen en el centro escolar, el alcalde, Antonio Pérez, explicó que ya no se utilizan.
La comunidad escolar convive desde hace cinco meses junto a las obras de construcción del nuevo colegio. Aunque los ruidos son inevitables, los operarios reservan los trabajos más molestos a la jornada vespertina, cuando el centro escolar está vacio. También este centro adoptó la jornada continua este año por decisión de las familias. No obstante, por las tardes no hay clases extraescolares por el tema de las obras. Así, el colegio cierra sus puertas cada día a las 15.30 horas, cuando acaba el servicio de comedor.
El regidor rojalero explicó que la obra está cumpliendo los plazos previstos y se calcula que a principios de septiembre, antes de que comiencen las clases tras el periodo estival, se podrá trasladar todo el material al nuevo edificio. También estará listo el gimnasio. Será entonces cuando se llevará a cabo la demolición del aulario actual. Una vez se elimine el viejo edificio, que cuenta con cerca de 40 años de antigüedad, comenzará la habilitación de las pistas deportivas en ese mismo lugar.
Sin quejas
«Creo que dentro de los problemas habituales que genera una obra junto a un colegio en el que se da clase, hemos conseguido que los alumnos y profesores tengan las menos molestias posibles», valoró el primer edil. Y lo cierto es que hasta el momento no ha trascendido ningún tipo de queja de la comunidad educativa en relación a las obras. Unas obras que se venían reclamando desde hace casi una década y que, por fin, están cobrando vida.
Los trabajos para la construcción del nuevo colegio fueron adjudicados hace ahora un año por la Conselleria de Educación, Investigación, Cultura y Deporte a la empresa Ecisa, Compañía General de Construcciones, SA, por un importe de 2.785.000 euros más IVA, sobre un presupuesto de licitación inicial de 4.039.672,55 euros.
Las actuaciones consisten en la adecuación de las aulas de infantil, que ya se ha acometido, y la ampliación de 18 aulas de Educación Primaria. También se habilitará un comedor que tendrá capacidad para 300 alumnos en dos turnos. Todo ello acompañado de diversas aulas polivalentes, gimnasio y pistas deportivas.
