Numerosas personas dieron ayer el último adiós a Teresa Berná, muy conocida y querida en Orihuela, y en toda la comarca, al ser una de las propietarias del restaurante Casa Corro de Orihuela. El sepelio tuvo lugar en la tarde de ayer en El Escorratel, tras su fallecimiento el pasado viernes, a los 88 años de edad. El entierro contó con representantes políticos de la ciudad, pues Berná era muy conocida en la sociedad oriolana. El restaurante, famoso por su cocido con pelotas, está avalado por más de 100 años de trayectoria, primero como una pequeña tienda y luego como una posada, en la que Teresa regentó la cocina del negocio familiar, donde obtuvo numerosos premios gastronómicos, que llevaron a este plato hasta Fitur en varias ocasiones, representando los valores de la cocina tradicional de la localidad.

Así, amigos, familiares y conocidos despidieron ayer a Teresa tras la repentina noticia del pasado viernes, en un acto multitudinario.