El Ayuntamiento de Torrevieja ha abierto un expediente de peligrosidad para que la empresa propietaria de la Casa del Parejo, en la calle Azorín, tome las medidas para conservar el inmueble. Hace unas semanas cayó uno de los muros posteriores de la vivienda, catalogada como elemento arquitectónico protegido en el PGOU. Desde entonces la vivienda, de finales del siglo XIX, y uno de los escasos referentes del tipo de construcción de la burguesía local de la época, está acotada con vallas.
El propietario del inmueble, un conocido promotor inmobiliario oriolano, tiene previsto levantar varios alturas y mantener la fachada, algo para lo que cuenta con autorización. El caso de este edificio es similar al de la Casa de López Dols, también catalogada. Tras años de pleitos, un juzgado reconoció a la Fundación propietaria, que ya presidía el alcalde de Torrevieja, José Manuel Dolón antes de acceder al cargo, el derecho a edificar varias plantas respetando los elementos arquitectónicos de la fachada. En ambos casos los dueños intentaron antes que se declarara la ruina, lo que les eximía de restaurar, y sobre todo, les hubiera permitido edificar sin cortapisas. En mayo de 2015 la ciudad perdió la Casa Rosper, situada también en el centro y que no estaba catalogada en el PGOU, pese a contar con los mismos valores patrimoniales que las anteriores. El titular del inmueble escogió el día previo a las elecciones locales para derribar. En este mandato se anunció una especial vigilancia en la preservación del patrimonio, todo se ha aplazado a la elaboración del Plan General, con lo que espacios como el canal del Acequión, con cinco siglos de historia, o las Eras de la Sal, siguen sin ser protegidos.
