Las críticas de los usuarios al estado de la estación de trenes de Orihuela, con goteras de importancia en el módulo lateral que da acceso a las vías soterradas, no son las únicas que desata el servicio ferroviario. Las lluvias originaron también retrasos en las líneas de tren o el hecho de que se produjeran cancelaciones «sin avisar siquiera de que algunos trenes no salían desde Murcia» hacia Alicante u otros destinos.

Es «vox populi» que los trenes que dan servicio a la línea de Cercanías, la que más usuarios concentra, son de los más antiguos del trazado ferroviario. Las líneas datan de 1982 y pese a la demanda de los usuarios, y a que esta línea fue utilizada por 3.859.000 pasajeros en tan sólo un año, lo que generó unos ingresos de más de 7,3 millones de euros, como ya publicó este diario, Renfe ha aparcado su modernización. Por tanto, otros problemas como las goteras en los propios trenes, el hecho de que «en la mayoría de coches no funcione la calefacción», apuntó una usuaria, y el hecho de que problemas como los retrasos no sean algo aislado en días de temporal, despertó ayer la indignación de los viajeros, que calificaron «de vergüenza» el servicio prestado.

La falta de limpieza, iluminación y el deterioro de asientos reposacabezas de los diferentes coches, también fue, una vez más, motivos de quejas.Muchos de estos problemas se trasladan también a las estaciones con parada de la línea de Cercanías, donde, en el caso de Orihuela, también se registraron algunas goteras en la estación intermodal, no solo en el módulo de acceso al subterráneo sino en el edificio principal, que sirve de estación de trenes y autobuses.