Desde el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Orihuela recibimos el nuevo año 2017 con muchísimas ganas de continuar con la hoja de ruta de todo aquello que tenemos planificado y que esperamos que suponga la continuación de nuestra política de posicionar nuestro municipio dentro del mapa de la Comunidad y de España. Lo que nosotros entendemos por un verdadero gobierno progresista y de progreso, la defensa de la mejor calidad de vida de sus ciudadanos, basado en trabajo y proyectos reales y no en discursos y hechos populistas y demagógicos.

En 2017, principalmente, habremos de destinar nuestro esfuerzo a la gestión del 75 aniversario de la muerte de Miguel Hernández. Sin perder en ningún momento la atención en asuntos tan importantes como la actualización de nuestro Plan General, las inversiones en la Costa, las Pedanías, el casco histórico, así como todo nuestro patrimonio natural y monumental. También el deporte, la cultura, la educación, la mayor limpieza de nuestras calles y la mejor gestión de nuestros residuos marcarán algunas de las líneas maestras de nuestra actuación en este nuevo año. Queremos que los vecinos continúen notando el cambio.

Es obvio que la Vega Baja se encuentra en una encrucijada. Gobernada en muchos municipios por coaliciones de partidos cuyo único interés era echar al Partido Popular y llegada la hora de pasar a la acción de gobernar, se ha puesto de manifiesto sus incapacidades. Ni siquiera contando con un gobierno de la misma tendencia en Valencia son capaces de conseguir nada. Sólo han sabido hacer de coro de la Generalitat para aquellas cuestiones que, además, perjudicaban a todas nuestras poblaciones, como (y sólo pondré tres ejemplos) la falta de inversiones en nuestra Comarca, la imposición del valenciano o el ataque a la enseñanza concertada.

Es necesario como digo, salir de esta tesitura y tomar voz propia y única para nuestro territorio. Es necesario que devolvamos el gobierno al partido que ganó las elecciones, a la lista más votada en todos y cada uno de nuestros municipios. Necesitamos el cambio en la Vega Baja para ser ejemplo de que las uniones imposibles no sirven para nada, salvo para frenar el progreso y el desarrollo. En Almoradí ya se ha dado este paso al frente al que esperamos se unan pronto el resto de poblaciones que se encuentran en similares circunstancias.

No deja de ser curioso que algunos partidos que dicen ser tan amantes de la libertad y de la participación ciudadana se lancen a la calle a protestar contra estos cambios tan democráticos y tan legítimos. En fin, ellos solos se retratan y se califican. Afortunadamente para los oriolanos estos partidos están en la oposición. Desde las últimas elecciones municipales Cambiemos Orihuela (coalición de Los Verdes con Izquierda Unida y con lazos con Podemos) y Partido Socialista viven en un perfecto idilio. Un idilio bajo el paraguas del izquierdismo más rancio y radical que jamás hayamos visto en Orihuela. Tanto es así que se podría confundir quienes son unos y quienes los otros. Ello es debido, por otra parte, a la "podemización" del socialismo oriolano, decantado hacia el "Sanchismo" de forma manifiesta y cómo no, la "podemización" de Cambiemos, que se ha hecho con el control de Verdes y de Izquierda Unida.

Rafael Almagro Palacios