Almoradí seguirá gobernado por un bipartito, pero esta vez de centro derecha. María Gómez, del Partido Popular (PP), fue elegida ayer nueva alcaldesa del municipio durante un bronco pleno de moción de censura en el que su formación y Ciudadanos desbancaron al gobierno de PSOE e IU, que mantenía a Jaime Pérez como presidente. En sus primeras palabras como regidora, Gómez prometió trabajar «sin rencores, desde el diálogo y el consenso». Y es cierto que consenso necesitará, y mucho, porque sus socios de gobierno, con María Quiles al frente, le han regalado la vara de mando pero no a cualquier precio. Dispondrán de una importante cuota de poder y eso es algo que se materializa, por ejemplo, en ostentar la mayoría de votos en junta de gobierno.

La sesión plenaria despertó una gran expectación en la localidad y minutos después de las 11 horas el salón ya estaba completamente abarrotado. Hasta Almoradí se desplazaron diversos cargos orgánicos de todos los partidos con representación, concejales y alcaldes de otros municipios, algunos diputados y decenas de vecinos que querían ver la sesión. Una sesión presidida por el miembro de mayor edad de la corporación, Alejandro Lorenzo, que tuvo que llamar al orden en numerosas ocasiones a los allí presentes, que interrumpieron con gritos, proclamas, aplausos y abucheos a casi todos los que tomaron la palabra.

Aunque la protagonista de la jornada era María Gómez, lo cierto es que el foco también estaba puesto especialmente en María Quiles. Fue Ciudadanos, con tres concejales, la formación que en junio de 2015 propició la llegada al poder del bipartito de izquierdas (tres de IU y cuatro del PSOE) tras 28 años de mayorías absolutas del PP, enviando a los siete concejales populares a la oposición, a pesar de que ganaron las elecciones. Todo ello teniendo en cuenta que Quiles también fue antes edil del PP.

Compromisos incumplidos

«No me considero una traidora, en absoluto. He sido fiel a mis principios, a mi partido y a mis votantes. La decisión se tomó en asamblea local y era un clamor la necesidad de este cambio de gobierno», dijo María Quiles. La misma defendió la necesidad de relegar al bipartito «porque los compromisos del gobierno no se han cumplido y mantenerlos gobernando no ayuda a la buena marcha de este municipio». «Desde el principio ha sido un gobierno a la deriva, sin proyectos y sin ilusión. No han entendido que estaban en minoría, que había que pactar y llegar a acuerdos, solo han buscado a Ciudadanos cuando necesitaban nuestro voto, lo demás se ha aprobado por decretazos de Alcaldía». La misma dijo que la mayoría que a partir de ahora gobernará el municipio «va a responder mejor a las demandas de la ciudadanía en busca de un Almoradí mejor, más moderno y más próspero».

Por su parte, la nueva regidora repasó algunos de los que a su juicio han sido los grandes fracasos en la gestión de un bipartito al que acusó de falta de transparencia y que fue incapaz de aprobar un presupuesto, entre otras cuestiones. Prometió trabajar desde ahora para mejorar servicios públicos como la limpieza, el entorno urbano, impulsar un nuevo PGOU «con el visto bueno de todas las administraciones» para aumentar suelo industrial y atraer empresas o desarrollar proyectos que generen ilusión y aporten a los sectores productivos, entre otras premisas.

El pacto firmado por PP y C's incluye que la nueva alcaldesa deberá renunciar al cargo si le abren juicio oral por la denuncia interpuesta por pagar supuestamente sobresueldos irregulares al exsecretario. En ese caso, su socia de gobierno asumiría el bastón de mando. Este hecho generó ayer algunos insultos y descalificaciones contra el PP y María Gómez, que advirtió que irá a los tribunales para defender su honorabilidad.