La Conselleria de Agricultura ha declarado en la Vega Baja la presencia de la plaga «Scirtothrips dorsalis Hood», también conocida como «trips del té» o «chilli trips», y ha dictado medidas urgentes para su erradicación y control, lo que ha incluido declarar en cuarentena las fincas de varios municipios circundantes a Cox, donde se ha detectado este insecto. Los agricultores y los sindicatos de regantes llevan años exigiendo medidas de control para los cítricos que se importan porque consideran que las exigencias que se les realizan, en materia fitosanitaria, son menores que las que tienen ellos cuando tienen que vender sus productos al exterior. El último caso ha sido con Sudáfrica, donde se han eliminado aranceles, lo que también se ha convertido en un problema de competencia desleal porque el producto importado y sin control fitosanitario cuesta menos que el que se produce aquí con mayores exigencias de control dentro de la cadena alimenticia.

Según la resolución que publicó ayer el Diari Oficial de la Generalitat, el «trips del té» es un insecto de la orden de los Tisanópteros originario del Sudeste Asiático, que actualmente está distribuido en Japón, India, República de Sudáfrica, Costa de Marfil, Kenia, Florida, México, Puerto Rico, Jamaica o Trinidad. A finales de 2016, en las inspecciones que se realizan en la Comunitat Valenciana dentro del Plan de Vigilancia Fitosanitario Citrícola se detectó su presencia en una trampa cromotrópica amarilla en el término municipal de Cox. Se realizaron muestreos en las parcelas situadas en el área de influencia de la trampa, confirmándose la presencia de la plaga sobre material vegetal de cítricos en varias parcelas de alrededor de la trampa.

El «Scirtothrips» deposita los huevos en los tejidos más tiernos de la planta, y la alimentación por parte de larvas y adultos deriva en un severo daño celular en los tejidos atacados, dando lugar a deformaciones en hojas y frutos, y en la caída de flores. Los daños en hojas afectan a la actividad fotosintética de la planta, pero las repercusiones más severas van asociadas a los ataques a las flores y frutos, pudiendo dar lugar a la pérdida de la cosecha por la caída masiva de flores o por la depreciación cualitativa de los frutos. Según explicó ayer Ramón Espinosa, de Asaja, la plaga está controlada en estos momentos.

La Conselleria ha establecido las zonas demarcadas donde está presente este organismo nocivo, que se ha encontrado en varias parcelas de Albatera, Callosa del Segura, Cox, Granja de Rocamora y Orihuela. Los propietarios de esas zonas que detecten la plaga o de sus síntomas en árboles de su propiedad tienen la obligación de comunicarlo a los servicios de sanidad vegetal de su provincia, y esas parcelas deberán ser tratadas con los productos fitosanitarios determinados por los servicios técnicos oficiales. Como mínimo, se realizarán dos tratamientos consecutivos con un intervalo de dos a tres semanas alternando, a ser posible, las materias activas autorizadas, según señala la resolución.

La ejecución de las medidas fitosanitarias necesarias para la erradicación de plagas debe realizarlas el interesado, ya que se considera que es obligación de los particulares mantener sus cultivos en buen estado fitosanitario y aplicar las medidas que se establezcan ante la declaración de una plaga. El incumplimiento de estas medidas puede ser considerado infracción administrativa y dar lugar al inicio de un expediente sancionador, señala la resolución. La adopción de estas medidas implica la entrada en las fincas y parcelas afectadas por el organismo de cuarentena.