Una delegación de la Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja) visitó ayer la comarca para hacer una evaluación visual de los daños por el temporal y las inundaciones. Los perjuicios que más apreciaron fueron los de los cítricos, principalmente naranjas y mandarinas, aunque los verdaderos efectos no se podrán ver hasta dentro de unos días. El secretario técnico de Asaja, Ramón Espinosa, apuntó que lo que más preocupa no es sólo la merma o la pérdida de la producción. Lo que de verdad trae de cabeza a los agricultores que han pasado más de 72 horas con las fincas anegadas es que los árboles puedan morir de podredumbre por asfixia.Los daños no sólo se aprecian en diferentes pedanías de Orihuela como Correntías, La Campaneta o Molins, sino también en Bigastro, Benejúzar o El Saladar de Almoradí, donde la situación también es crítica. «En los cítricos ya se aprecian daños importantes en naranja y mandarina de media estación. Muchos frutos están aguados y en el suelo. Otros siguen en el árbol pero se van a caer. Para las variedades tardías hay que ver lo que pasa con el árbol, al igual que con los limones, por lo que hay que esperar para hacer una valoración», dijo ayer Espinosa. El mismo señaló que en relación a los cultivos como el apio, coles, brócoli, alcachofa o lechuga, «los que han estado tres días bajo el agua van a tener dificultades, pero los que ya han salido del agua parece que no van a tener mucho daño. En principio tienen buen aspecto aunque hayan estado bajo el agua, pero hay que esperar porque todavía pueden aparecer hongos u otras enfermedades».