El departamento de Salud Pública de la Conselleria de Sanidad continúa investigando las causas del brote de gastroenteritis que causó el viernes la muerte de dos mujeres en el geriátrico Casa Verde de Guardamar, y dejó otros 18 contagiados. Los técnicos recogieron muestras el sábado en una intensa jornada en la residencia de ancianos y continúan investigando los resultados para determinar si el origen de este brote repentino es causa de una infección vírica o tiene origen alimenticio.

El resultado de la investigación se conocerá en unos días. Mientras tanto, en el centro reuna una aparente tranquilidad pese a que su interior continúan mejorando los 13 enfermos contagiados de la enfermedad. La dirección del centro rehusó ayer hacer declaraciones a este diario sobre las medidas adoptadas tras la inspección de Conselleria, si bien fuentes sanitarias confirmaron que los afectados se mantienen estables y mejoran con el paso de las horas.

También se encuentran estables los cinco ingresados en el Hospital de Torrevieja, que pasaron a planta el sábado por la trade tras permanecer en observación desde el viernes. Uno de ellos, con lesiones más graves que los otros cuatro ingresados, también se encuentra estable y en estado de mejora, según apuntó ayer el alcalde de la localidad, José Luis Sáez.

El primer edil acompañó a los técnicos de Salud Pública durante la inspección, si bien apuntó a que «son ellos quienes tienen que identificar el brote, y lo comunicarán cuando estén seguros de qué ha pasado. Lo importante es que parece que no habrá que lamentar más daños de los ya causados».