El centro de mayores Casa Verde, en el que en la noche del viernes fallecieron dos mujeres y otras 18 personas fueron afectadas a causa de una gastroenteritis, recibió ayer la visita de numerosos familiares y amigos de los usuarios preocupados por el estado de salud de sus seres queridos. Aunque muchos respiraron tranquilos al comprobar que la situación estaba controlada, pidieron celeridad para conocer el origen de brote y evitar que se vuelva a producir. i. j. i.