El joven que el pasado miércoles perdió la vida al ser arrollado por un camión cuando cruzaba la N-332 a la altura de Santa Pola se llamaba Yassin y tenía 16 años. Cogió el autobús en Almoradí, donde vivía, acompañado por otros dos adolescentes. Querían pasar la tarde en el Skatepark ubicado cerca de esa carretera. Los tres se apearon del bus y dos de ellos se adentraron en la pinada para recorrer el tramo que va hasta las instalaciones de patinaje. Pero Yassin quiso acortar el camino y no calculó el riesgo que suponía cruzar con los patines puestos el vial por el que circulan vehículos a gran velocidad.

La primera teniente alcalde de Almoradí, María Jesús Pérez, acudió al lugar de los hechos poco después del accidente. Conocía al joven que falleció y a los adolescentes que lo acompañaban. La edil reconoció ayer que fue una temeridad cruzar la carretera nacional, pero denunció la situación que sufren los pasajeros de la línea que va de Almoradí hasta Alicante, con parada en Santa Pola. Según Pérez, los usuarios se bajan del vehículo en un descampado junto a la nacional y para llegar hasta Santa Pola tienen que caminar entre la pinada, por el pequeño arcén de la carretera o cruzar a pie la carretera. En este sentido, aseguró que ya se ha puesto en contacto con la empresa que presta el servicio para exigir que se habilite una parada en condiciones para que nadie más se exponga a ese peligro. De hecho, dijo que si no se soluciona se planteará denunciar la situación por vía judicial.

María Jesús Pérez, que dirige el área de Bienestar Social, apuntó también el Ayuntamiento costeará el enterramiento del joven, cuyo padre no tiene recursos suficientes para poder afrontar el gasto. Yassin y su progenitor vivían en Almoradí desde hace años y el joven estudiaba en el IES Azud de Alfeitamí, que hoy está de luto. Los dos habían residido también muchos años en Benejúzar y eran muy queridos en la localidad. Tanto es así que también ese Ayuntamiento se interesó ayer por los gastos del funeral y colaborará con la administración almoradidense.

Por su parte, el Ayuntamiento de Santa Pola volverá a solicitar una reunión de carácter urgente al Ministerio de Fomento para abordar la futura actuación en el punto negro de la N-332 donde la tarde del miércoles se produjo el fatídico accidente. Yolanda Seva, alcaldesa del municipio, y Paco Soler, edil de Infraestructuras, esperan reunirse con Fomento el próximo mes de enero para acelerar unas obras que, según apunta la regidora, «estaban incluidas en los presupuestos del Estado para 2016». Yolanda Seva asegura que ya han solicitado en varias ocasiones este cónclave pero que, tras «la desgracia sucedida», lo van a solicitar con «carácter urgente». El acceso y la salida de Santa Pola es lo que más problemas genera y el punto donde se concentran el mayor número de accidentes, algunos como el del miércoles con un desenlace fatal. Fomento había reservado para este año una partida cercana a los dos millones de euros para realizar un paso elevado en dicha zona, pero el retraso en la toma de posesión del Gobierno ha acabado por dar al traste con la intención de Fomento.