La ya tradicional feria de Navidad de Rojales cerró ayer sus puertas tras un intenso fin de semana en el que el comercio local se trasladó a la decena de puestos del Mercado de Abastos -habitualmente vacío en su mayor parte- para concentrar su oferta y servir de reclamo de cara al periodo navideño, en el que los regalos se multiplican. Así, una veintena de establecimientos han participado en este evento, que también sirvió para dar un impulso a los pocos puestos que quedan abiertos en un mercado de abastos que se encuentra en horas bajas.

La lluvia, que deslució varios eventos en toda la comarca de la Vega Baja y obligó incluso a cancelar los actos de las fiestas patronales de Torrevieja, incluso ayudó a que la afluencia ayer fuera notoria, pues a diferencia de la mayoría de actividades, este mercadillo se encontraba en un recinto cerrado. Durante todo el fin de semana, tanto los comercios como el propio Ayuntamiento, han organizado un sin fin de actividades para atraer la atención del público, lo que ayudó a atraer a vecinos y visitantes de las localidades del alrededor. Las manualidades, los espectáculos de baile, los conciertos navideños a cargo de bandas de música que interpretaron los temas navideños más ilustres, y la visita estos días de los Reyes Magos, a los que los más pequeños pudieron entregar en mano sus cartas, sumergió a la localidad en el más puro espíritu navideño.

Degustaciones de productos navideños, sorteos y regalos ofrecidos por los comercios, y las actividades organizadas por los mismos completaron una amplia oferta de actividades que hizo que, durante los tres días de feria y durante todo el horario comercial, siempre hubiese una animación que contemplar para mantener la afluencia de público.